El nordeste brasileño celebra las 25 ediciones del Festival Iberoamericano de Cine Ceará

  • A pesar de la destacada presencia de México en ediciones anteriores en esta ocasión sólo compite en colaboración con Argentina con Jauja (Argentina-México-EUA-Holanda-Francia-Dinamarca-Alemania-Brasil, 2015), de Lisandro Alonso

Por Orianna Paz
Ciudad de México, 15/06/15, (N22).- Tras más de dos de décadas de existencia, el Festival
Iberoamericano de Cine Ceará se ha consolidado como uno de los encuentros
fílmicos más importantes del nordeste de Brasil, a la par de Gramado o Manaos. En
sus inicios nació como una Muestra de Video conformada por cortos y video bajo
la dirección del cineasta Eusélio Oliveira. Con el paso del tiempo el encuentro
fue creciendo y en 1995 se transformó en el Festival Nacional de Cine y Video,
ofreciendo una ventana para el cine nacional que pronto despuntó como uno de
los más importantes del universo audiovisual del país sudamericano. 
En 2006, el
festival se reinventó e incluyó en su programación una muestra competitiva de
largometrajes iberoamericanos con filmes de España, Portugal, Argentina, Chile,
Uruguay, Venezuela, México, entre otros, así como con la organización de seminarios
y charlas donde se presentan realizadores, productores, guionistas y
especialistas en el séptimo arte que enriquecen la experiencia del público
asistente y vitalizan la industria.
Este verano, el festival llega a su primer cuarto de siglo con una
celebración que reúne lo más destacado de las producciones iberoamericanas premiadas
en festivales internacionales. Del 18 al 24 de junio Fortaleza, la quinta
capital más importante de Brasil, recibe una vez más el evento cultural por
excelencia del Estado de Ceará.
Nueve largometrajes compiten esta vez por el Trofeo Mucuripe, dotado
con 10 mil dólares para el Mejor Largometraje Iberoamericano. A pesar de la
destacada presencia de México en ediciones anteriores —el año pasado participó
con la cinta Obediencia Perfecta, que
se llevó reconocimientos en los rubros de Mejor Director y Mejor Actor, y en 2013 fue el documental El paciente interno el que se alzó con
el Premio Especial del Jurado— en esta ocasión sólo compite en colaboración con
Argentina con Jauja (Argentina-México-EUA-Holanda-Francia-Dinamarca-Alemania-Brasil,
2015), de Lisandro Alonso, quien de la mano del famoso Viggo Mortensen narra el
viaje introspectivo de un hombre en busca de su hija desaparecida en la Pampa.
España es el gran protagonista de esta 25 edición, ya que además
de participar en la competencia oficial de largometraje iberoamericano con dos
cintas: Loreak (España, 2014), de Jon
Garaño y José Mari Goenaga, acerca de tres mujeres que reciben todas las
semanas un misterioso ramo de flores, filme ganador del Premio Signis en el
Festival de San Sebastián; y la ópera prima de Miguel Llansó, Crumbs (España-Etiopía, 2015), estrenada
en el Festival de Rotterdam, historia de una especie de héroe que emprende una
aventura épica y surrealista que terminará siendo un viaje de autoconocimiento,
es el país invitado y exhibe una Muestra del Nuevo Cine Español. La selección
incluye filmes de realizadores destacados como Luis Miñarro, con Stella Cadente; Víctor Erice con El espíritu de la colmena o de cineastas
más jóvenes como Lois Patiño con Costa da
Morte
.
Por su parte, Portugal tiene una fuerte competidora en la
selección iberoamericana con Caballo
Dinero
(Portugal, 2014), de Pedro Costa, filme que arrasó en el Festival
Internacional de Cine de Locarno de 2014 llevándose los premios al Mejor
Director, el Premio Don Quijote y el Premio de la Crítica, y que se centra en
los despojos de un hombre atormentado por un trauma del pasado.
NN (Perú-Colombia-Francia-Alemania, 2014), de Héctor Gálvez, exhibida
el año pasado en el Festival Internacional de Guadalajara, representa a Perú con
una inquietante historia de un cuerpo no identificado cuya única pista es una
foto de una niña encontrada en su camisa.
En la competencia de este año destaca la presencia de Chile con la
aclamada cinta de Pablo Larraín, El Club
(Chile, 2015), ganadora del Oso de Plata en el Festival de Berlín gracias al
retrato de cuatro curas retirados en una aislada casa de un pueblo pesquero,
para expiar sus pecados. La rutina y aparente paz del lugar se rompen con la
llegada de un atormentado quinto sacerdote que detonará el regreso de un pasado
oscuro.
Cuba comparte créditos con Argentina en el filme del cubano Carlos
M. Quintela, La Obra del Siglo
(Cuba-Argentina-Alemania-Suiza, 2015), ganador del Tiger Award a la Mejor
Película en el Festival de Rotterdam y 
del Premio de la Crítica en Cinelatino Rencontres de Toulouse en 2015.
La cinta de Quintela reúne las experiencias de tres generaciones de una misma
familia: abuelo, padre y nieto, obligados a vivir juntos en una ciudad
electro-nuclear.
Brasil, el país anfitrión y ganador de la edición anterior con Ruta 47, busca repetir la hazaña con el
documental Cordilleras en el Mar: La
Furia del Fuego
Bárbaro (Brasil, 2015), de Geneton Moraes Neto, un registro
acerca de la ideología de Glauber Rocha y la dictadura brasileña con
declaraciones inéditas; o bien con la ficción Real Belleza (Brasil, 2014), de Jorge Furtado, uno de los cineastas
más prolíficos de Brasil que cuenta en su haber con más de 130 premios internacionales
y que aquí teje una historia de amor.

Dentro de las actividades especiales del festival destaca la
Master Class que impartirán el 20 de junio los cineastas Lisandro Alonso, dueño
de un estilo contemplativo de planos largos y lentos, donde el paisaje es
protagonista con filmes como Los muertos
y Liverpool; y el brasileño Marcelo
Gomes, cuyo cine también se caracteriza por planos amplios y pausados, así como
por agudas reflexiones en torno a la existencia, el sentido de la vida, la
soledad, el amor, autor de filmes como Viajo
porque preciso, vuelvo porque te amo
y Érase
una vez yo, Verónica
, entre otros.
Imagen: http://glo.bo/1LcFUZt
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