La poética de Fellini se compone de la memoria y el sueño

  • A finales de 1946, Fellini conoció a quien fuera el encargado de darle forma y orden a su visión realizadora, el comediógrafo Tulio Pinelli, con quien elaboró los guiones de películas como  Roma, ciudad abierta y Paisá de Rossellini.

Por Karen Rivera

Ciudad de México, 21/ 01/15, (N22).- «Ver al Fellini escritor es de alguna manera
entender que se trata de una faceta expresiva, de una condición e inquietud creadora, que en realidad proviene de la misma fuente, por un lado es la memoria y por
otro lado el sueño, yo creo que son los dos componentes fundamentales de la
poética de Fellini», comentó el cineasta Ricardo Poery.
Originario de Rimini, Italia, Federico Fellini,
es considerado uno de los directores más destacados de la industria
cinematográfica. 

Su carrera en la gran pantalla inició como redactor de guiones.
Fellini fue un artesano capaz de dar forma sobre el papel a las visiones de
directores como Alberto Lattuada, Pietro Germi y Roberto Rosellini.

“Fellini llega a convertirse en uno de los
guionistas más solicitados de la época, por su solvencia y sobre todo por esta
cualidad de una imaginación desbordada que curiosamente no es tan frecuente en
el cine, o como en el oficio del guionista”.

Ahora bien,Fellini tiene otra faceta intermedia que es
la de guionista radiofónico donde además conoce a Giullieta Masina que sería
su esposa y una de sus actrices más importantes. En esta faceta se empiezan a entrever sus mundos fabulosos, empiezan a salir los tópicos que después
en se volverían fundamentales en su obra, por ejemplo la memoria y el recuerdo transfigurado.
A finales de 1946, Fellini conoció a quien fuera
el encargado de darle forma y orden a su visón realizadora, el comediógrafo
Tulio Pinelli, con quien elaboró los guiones de películas como  Roma, ciudad abierta y Paisá de Rossellini.

 “Cuenta la anécdota que de pronto se conocen en
un café y uno estaba leyendo la primera plana de un periódico y el otro estaba
leyendo digamos como la cuarta no del mismo periódico, entonces se hacen
amigos, comienzan a platicar y se insertan como dos grandes guionistas de la
industria italiana en ese momento del cine”.
Fellini se formó como guionista en lo clásico, dentro de la estructura de tres actos donde hay una historia completamente coherente que se desarrolla. 
«Cuando dominó esta escuela, logró llevarnos a universos absolutamente irreales, disparatados, oníricos,
pero que siempre mantienen al espectador en vilo. Yo creo que ese es un gran
aprendizaje para quienes hacen cine y para quienes escriben».
Así se forjaría la carrera de un director que
formó parte del neorrealismo italiano, pero que terminó por enterrarlo.
Imagen:http://bit.ly/1yAKQSR
             http://bit.ly/1yEKwE9
             
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