La historia de México se halla en una fosa

  • No es distinta la población de la ciudad de los Dioses con la de los mexicanos actuales: seguimos siendo una sociedad multiétnica

Por Perla Velázquez
           1.   
Teotihuacan
En 2009 comenzó la
investigación. Cinco años pasaron para que arqueólogos del Instituto Nacional
de Antropología e Historia (INAH) encontraran tres tumbas al final del túnel
del Templo de la Serpiente Emplumada en Teotihuacan. Pero no sólo eso, además
hallaron más de 50 mil objetos entre huesos de animales, piel aparentemente
humana, figurillas de piedra, puntas de obsidiana, jade, conchas trabajadas. La
hipótesis es que la ofrenda está asociada al entierro de un personaje cercano
al poder.
           2.   
Iguala
Primero se dijo que eran
seis fosas las que habían encontrado autoridades locales en Pueblo Viejo,
Iguala, al final aseguraron que sólo eran cinco. Esa primera cifra se dio a
conocer el 4 de octubre del 2014. Para finales del mismo mes eran más de 30
tumbas clandestinas; los cuerpos no se han identificado, pero la lista de
desaparecidos que se incrementó en el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa
seguramente disminuirá.
Un cambio de paradigmas, una
paradoja de sentimientos: a diferencia de la emoción que causó el hallazgo en Teotihuacan, las fosas de Iguala causaron una especie de horror; la idea de que
los 43 normalistas desaparecidos desde el 26 de septiembre estuvieran allí
llamó la atención de los medios y la sociedad.
           3.   
Ciudad multiétnica del pasado lejano
No es distinta la población
de la ciudad de los Dioses con la de los mexicanos actuales: seguimos siendo
una sociedad multiétnica, así como en la época prehispánica. Justo como en
aquellos años, en este tiempo se sigue enterrando a nuestros muertos con una
ceremonia fúnebre que es marcada por el estrato social al que pertenecemos.
Rubén Cabrera Castro en el
libro Prácticas funerarias en la ciudad
de los dioses: los enterramientos humanos
explica que la población
teotihuacana durante nueve siglos realizó diversas formas de ritos mortuorios
debido a su carácter multiétnico.
Al ver lo que se encontró en
Teotihuacan, la agencia de noticias AP escribió
que “son rastros de una forma de entender la vida y la muerte aún muy
desconocida”. Esa es una de las premisas que han llamado la atención de este
“inframundo”, porque anteriormente, en distintos lugares de la ciudad
prehispánica, ya se habían encontrado restos humanos, pertenecientes a la clase
media o de personas que habían sido sacrificadas. Sin embargo, sobre los
gobernantes no se sabe nada.
          4.   
Estado multiétnico del pasado reciente
En el México contemporáneo
el primer registro de una fosa clandestina fue en 1989. José Gil Olmos en la
revista Proceso subraya que esta
práctica del crimen organizado la convirtió en una estrategia y en los últimos
años llegó a ser el método que emplean para desaparecer y aniquilar. Sin
embargo, continúa el periodista, durante la Guerra Sucia (décadas de 1960-1970)
las fuerzas policiacas y militares del Estado mexicano las emplearon, datos
extraoficiales señalan que hubo al menos 200 cuerpos en entidades como
Guerrero.
Es decir, no nos debería sorprender
que más fosas van a seguir apareciendo en toda la República, al final es un
método que desde hace mucho tiempo se emplea. Lo preocupante es que la PGR aún no
cuenta con datos precisos sobre cuántos cuerpos se han encontrado, mucho menos
de quién son.
        5.   
Decapitados y mutilados en un ritual
prehispánico
El “inframundo” teotihuacano
está 15 metros abajo del Templo de la Serpiente, por eso la construcción se hizo
a manera de ritual, emulando el movimiento zigzaguante de este reptil. El
templo se vincula directamente con los gobernantes y las ceremonias de
legitimación.
“Los drenajes de la plaza de
la Ciudadela (lugar donde se edificó el templo) están rellenos con ofrendas y
en uno de los laterales encontramos 50 cuerpos decapitados y mutilados, lo que hace
pensar en un ritual para recrear el nacimiento del mundo”, explicó Sergio
Gómez, arqueólogo jefe de la investigación, a AP.

Estos restos ahora serán
investigados para adentrarse en el mundo prehispánico, y saber si en realidad
están enterrados los más poderosos allí. El INAH y los arqueólogos forenses son
los que están detrás de esta investigación teotihuacana.
         6.   
Forenses sin tiempo: un mismo lugar
Para el caso Ayotzinapa un
equipo forense argentino vino a trabajar la realidad mexicana.
*
Los hallazgos más frecuentes
en excavaciones arqueológicas son los enterramientos en fosas, asegura Cabrera
Castro, “las cuales estaban destinadas por lo general para entierros
individuales, pero existen casos en que en una se colocaron dos o tres
esqueletos y su contexto indica que fueron inhumados al mismo tiempo”.
*
Aún no hay un número de
cuántos cuerpos se han encontrado en las fosas que aparecieron desde el 2006.
*
Lo que queda claro es que estas
prácticas siempre se han efectuado en México.
*
El “crimen organizado”, como
dice el discurso político, ha practicado la calcinación y las tumbas
clandestinas para desaparecer a las víctimas de esta guerra.
*
Es imposible saber cuántos
enterramientos existen actualmente en México.

*
En 2015 Teotihuacan recibirá
miles de visitantes para conocer el túnel, también se sabrán los nombres de las
personas que fueron enterradas.
*
Ojalá la cifra disminuya y
no aumente.
*
Ojalá el gobierno haga
frente a estos hallazgos.
*
Somos una sociedad que
desde nuestros ancestros ha cavado fosas, lo importante es el significado y el
contexto en el que se hacen.

Imagen: http://bit.ly/1veeV96
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