Escribir literatura no es un trabajo pero alguien debe hacerlo: Eduardo Huchín

“Ahora el escritor es escritor y vive de lo que hay en la literatura: dar talleres, escribir reseñas. Pero antes, los escritores iban a la guerra y escribían sobre eso»

Por Perla Velázquez, (desde Campeche, Campeche, Campeche…)
Distrito Federal, 02/09/14, (N22).- Cada vez es más común que
los escritores llegan a los libros por casualidad. En la casa de Eduardo Huchín
no había escritos que le incitaran el gusto por la lectura, así que una peluquería fue lo que lo acercó a
la literatura. Para él, un libro valía más la pena que la televisión, porque no
dependía de un horario para verlo. Ahora su pensamiento gira en creer que la
literatura no es una revelación, “no es que uno encuentre el libro y se le
revele el mundo y a partir de ahí cambie. Son experiencias de la niñez lo que
nos cambian y dan enseñanzas de lo que es la ficción”.

En su infancia, el ahora
ensayista, conoció a un peluquero fuera de lo común. En su establecimiento
había animales disecados y a lo lejos se alcanzaba a ver un patio en donde las
gallinas hacían de las suyas. Pero lo más curioso es que en la peluquería no
había revistas de chismes, ni mucho menos, lo que los clientes encontraban para
distraerse era el libro Vaquero o
publicaciones porno, estas últimas eran las que atraían a Huchín.

“Mientras leía, él (el
peluquero) estaba atrás cortándome el cabello, pero no dejaba de observar en
qué página iba de lectura para ir complementando mi lectura con anécdotas de su vida. Entonces, lo que duraba el cuento, era el mismo tiempo del corte”,
dijo en Campeche durante la presentación de su libro Ni siquiera es un trabajo, pero alguien tiene que hacerlo,
actividad con la que el X Encuentro Nacional de Ensayistas llegó a su clausura.
Los comentarios del libro
corrieron a cargo de Herson Barona, quien apuntó que en la obra del campechano
hay una relación constante entre literatura y trabajo, como si el vivir de
escribir fuera un trabajo extraño.
Actualmente Huchín toma la
maestría en Literatura Mexicana en el estado de Puebla, ahí también se
encuentra Luis Miguel Estrada, quien es coautor del primer texto de su libro Fiebre de sábado por la noche, una crónica que habla de la experiencia que
vivieron al irse con la tarjeta de crédito del papá de Estrada a la expo sexo.
Según explica el escritor,
su compañero de estudios apoya el título del libro: que es hablar
específicamente de literatura, la cual no es un trabajo pero tiene la misma
responsabilidad de hacerlo bien, como si fuera una actividad formal.
“Esta relación me ha
obsesionado todo el tiempo. De hecho hay un texto que no alcanzó a entrar en
este libro que se llama ‘La sección amarilla de literatura’ donde reúno todos
los trabajos que han tenido los grandes escritores y también intenta establecer
los vínculos de ese trabajo que hacían y su literatura. No en todos los casos
el trabajo era un tipo de infierno personal, al final lo que hacían contribuía
a su creación”, explica el autor de ¿Escribes
o trabajas?
(FETA, 2004).
Ni
siquiera es un trabajo, pero alguien tiene que hacerlo
es
una recopilación de varios ensayos, de cuyo género le llamó la atención la
libertad con que se escribe “me permitía jugar con la experiencia, dar opiniones y sobre
todo me dejaba divertirme”.
Antes de conocer el ensayo,
Huchín escribía poemas. En la infancia les ofrecía a sus compañeros de escuela
redactar unos versos para sus novias, a cambio de monedas. “La literatura era
un trabajo”, afirma mientras recuerda que desde ese momento supo que si uno
insiste a la gente para que le compre un libro, éstos pueden llegar a reconocer
sus publicaciones.
Las anécdotas son parte del
libro, pero hay un énfasis en su infancia y el trabajo, los cuales siempre le
han aportado ideas para desarrollar. Barona apoyó la idea del escritor y dijo que hay una especialización en la literatura, cuyo objetivo los lleva a
reconocerse como trabajadores de ésta.
“Ahora el escritor es
escritor y vive de lo que hay en la literatura: dar talleres, escribir reseñas.
Pero antes, los escritores iban a la guerra y escribían sobre eso. Ahora nosotros
escribimos sobre ir a congresos”, expresó el jefe de redacción de Tierra Adentro. Y recordó los viajes que
antes hacían los escritores era para redactar grandes crónicas de viaje. En
“Viajeros frecuentes”, texto que aparece en el libro, se refuerza esta idea.
“En el pasado los escritores
viajaban para perderse, para tener experiencias impredecibles, esa especie de
interés por la aventura se ha perdido, ahora no viajamos para escribir, sino
viajamos como consecuencia de que escribimos, si es a la aventura nos lo
pensamos más, eso ha sido una pérdida de cierto modo”, expresó Huchín.
Para el colaborador del blog
de Letras Libres, el ensayo se
escribe como consecuencia para no esforzarse en otros géneros. “En lo que
escribes la gran novela mexicana, haces ensayos para todos lados. Es un género
que te permite estar activo, pero a la vez no enfrentarte a tu gran reto
artístico”, finalizó.
Ni
siquiera es un trabajo, pero alguien tiene que hacerlo
aparece
bajo el sello Posdata Editores.  

14MAG 

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