- Los Gatos Persas es un filme que se grabó clandestinamente en sólo 18 días en sótanos y azoteas de Teherán
Por Montserrat Brugada
@MonBrugada
Ciudad de México, 09/ 06/14, (N22).- En Irán está prohibido sacar perros y gatos a la calle, por eso mucha gente
los tiene dentro de sus casas. Los felinos persas son mascotas bastante
cotizadas que el régimen de Ahmadineyad obliga a mantener encerradas dentro de
las casas de sus propietarios. Para el
director Bahman Ghobadi, el rock, el heavy, el rap y hasta el pop más meloso
es, hoy en día, en la sociedad iraní, como un gato persa: algo bello que hay
que mantener oculto a los ojos de la ley.
El próximo
viernes 13 de junio se estrenará en la Cineteca Nacional, Los Gatos Persas (No one
knows about Persian Cats) una película basada en hechos, lugares y personas
reales, donde un chico y una chica con talento para la música, Ashkan Koohzad y
Negar Shaghaghi, salen de la cárcel con la intención de formar su propio grupo
«indie». Lo malo es que en Teherán la música de corte occidental está
prohibida y perseguida por las autoridades. Decididos a encontrar a otros
músicos para formar su grupo, Ashkan y Negar se sumergen en el submundo de la
ciudad, un espacio clandestino para oír y tocar música. Sin embargo, su verdadero
sueño es conseguir dinero y pasaportes para escapar a Europa y actuar sin
esconderse.
viernes 13 de junio se estrenará en la Cineteca Nacional, Los Gatos Persas (No one
knows about Persian Cats) una película basada en hechos, lugares y personas
reales, donde un chico y una chica con talento para la música, Ashkan Koohzad y
Negar Shaghaghi, salen de la cárcel con la intención de formar su propio grupo
«indie». Lo malo es que en Teherán la música de corte occidental está
prohibida y perseguida por las autoridades. Decididos a encontrar a otros
músicos para formar su grupo, Ashkan y Negar se sumergen en el submundo de la
ciudad, un espacio clandestino para oír y tocar música. Sin embargo, su verdadero
sueño es conseguir dinero y pasaportes para escapar a Europa y actuar sin
esconderse.
Los Gatos Persas es un filme que se grabó clandestinamente en sólo 18
días en sótanos y azoteas de Teherán, mintieron a las autoridades encargadas de gestionar los permisos necesarios para grabar
los exteriores a pie de calle,Los Gatos Persas es un filme que se grabó clandestinamente en sólo 18 días en sótanos y azoteas de Teherán al hacer cada noche tres copias del material
grabado y guardándolas en diferentes lugares, por si la policía irrumpía en
algún domicilio, las requisaba y enviaba a sus responsables a la cárcel
(lugar en el que, por cierto, se encuentra Jafar Panahi, director de El
Círculo y compañero de generación de Ghobadi).
días en sótanos y azoteas de Teherán, mintieron a las autoridades encargadas de gestionar los permisos necesarios para grabar
los exteriores a pie de calle,Los Gatos Persas es un filme que se grabó clandestinamente en sólo 18 días en sótanos y azoteas de Teherán al hacer cada noche tres copias del material
grabado y guardándolas en diferentes lugares, por si la policía irrumpía en
algún domicilio, las requisaba y enviaba a sus responsables a la cárcel
(lugar en el que, por cierto, se encuentra Jafar Panahi, director de El
Círculo y compañero de generación de Ghobadi).
Ghobadi no
se empeña en utilizar los conflictos típicos de las películas sobre grupos
musicales, así que en Los Gatos Persas no hay discusiones sobre el tipo
de música que han de hacer, ni competiciones por el liderazgo, ni
investigaciones acerca de la conveniencia de prostituir la música para llegar a
más público, ni ataques de ego, ni drogas, ni ninguno de los tópicos que suelen
hacer insufrible el subgénero. A cambio, la historia se hace repetitiva en
algunos momentos y el director no puede resistir cambiar el final feliz de la
historia real por otro más trágico y desesperanzador.
se empeña en utilizar los conflictos típicos de las películas sobre grupos
musicales, así que en Los Gatos Persas no hay discusiones sobre el tipo
de música que han de hacer, ni competiciones por el liderazgo, ni
investigaciones acerca de la conveniencia de prostituir la música para llegar a
más público, ni ataques de ego, ni drogas, ni ninguno de los tópicos que suelen
hacer insufrible el subgénero. A cambio, la historia se hace repetitiva en
algunos momentos y el director no puede resistir cambiar el final feliz de la
historia real por otro más trágico y desesperanzador.
Bahman Ghobadi
nació en Bané, un pueblo del Kurdistán iraní cerca de la frontera con Irak. Tras el éxito alcanzado por su corto Life
in a Fog en 1999, realizó su primer largometraje, A Time for Drunken
Horses, que ganó la Cámara de Oro del Festival de Cannes en 2000. Esta
película y las que siguieron fueron aclamadas por la crítica y premiadas en
festivales internacionales, pero apenas pudieron ser vistas en su país de
origen.
nació en Bané, un pueblo del Kurdistán iraní cerca de la frontera con Irak. Tras el éxito alcanzado por su corto Life
in a Fog en 1999, realizó su primer largometraje, A Time for Drunken
Horses, que ganó la Cámara de Oro del Festival de Cannes en 2000. Esta
película y las que siguieron fueron aclamadas por la crítica y premiadas en
festivales internacionales, pero apenas pudieron ser vistas en su país de
origen.
Su tercer
filme, Las tortugas también vuelan, fue Concha de Oro en el Festival de
Cine de San Sebastián, y dos años después, en 2006, repitió premio con Media
luna.
filme, Las tortugas también vuelan, fue Concha de Oro en el Festival de
Cine de San Sebastián, y dos años después, en 2006, repitió premio con Media
luna.
En 2009,
Ghobadi realizó Nadie sabe nada de gatos persas, ante las presiones
policiales, Ghobadi tuvo que marcharse de Irán ese mismo año y se trasladó a
los Estados Unidos. La película ganó en 2009 el premio especial del jurado del
Festival de Cannes en la sección Un certain regard, entre otros premios
internacionales.
Ghobadi realizó Nadie sabe nada de gatos persas, ante las presiones
policiales, Ghobadi tuvo que marcharse de Irán ese mismo año y se trasladó a
los Estados Unidos. La película ganó en 2009 el premio especial del jurado del
Festival de Cannes en la sección Un certain regard, entre otros premios
internacionales.
Su
película, Rhino Season (2012), fue rodada en Estambul y en Irak, y está
dedicada a la memoria de Farzard Kamangar, un poeta y maestro kurdo iraní
ejecutado en 2010 por supuestas actividades políticas, así como de Saneh Jaleh,
un estudiante kurdo iraní que fue matado en una manifestación en Irán en 2011.
El director de fotografía de la película, Touraj Aslani, se llevó el premio a
la mejor fotografía en el Festival de San Sebastián de 2012.
película, Rhino Season (2012), fue rodada en Estambul y en Irak, y está
dedicada a la memoria de Farzard Kamangar, un poeta y maestro kurdo iraní
ejecutado en 2010 por supuestas actividades políticas, así como de Saneh Jaleh,
un estudiante kurdo iraní que fue matado en una manifestación en Irán en 2011.
El director de fotografía de la película, Touraj Aslani, se llevó el premio a
la mejor fotografía en el Festival de San Sebastián de 2012.
Imagen: http://bit.ly/1ihzc5c
14PV