- «Quiero proponer una comprensión diferente del tema, hay una rutina de los discursos y quiero romper esta rutina, con aspectos novedosos y llamar la atención sobre el hábitat», Krieger sobre el coloquio «Aerópolis»
- «Es una investigación en las humanidades que quiere integrarse en los discurso científicos políticos y tiene una postura ética. Mi trabajo es restablecer el diálogo entre las artes y las ciencias. «
Por Huemanzin Rodríguez
Ciudad de México, México, 27/09/13, (N22).- Peter Krieger es historiador de arte, trabaja como investigador en el Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM y desde hace unos años ha desarrollado un campo de trabajo novedoso en nuestro país, que busca una respuesta a las problemáticas ambientales desde la estética. Así ha publicado libros como Paisajes urbanos. Imagen y memoria (IIE, UNAM. 2006), Acuápulis (IIE, UNAM. 2007). Ahora ha organizado el coloquio «Aerópolis», en colaboración con el IIE de la UNAM y el Instituto Goethe de México, donde participan especialistas de México, Alemania y Suiza. La AgenciaN22 charló con él:
-¿Por qué «Aerópolis»?
-Creo que falta una dimensión de la imagen. Es mi investigación en el IIE UNAM, investigar la función discursiva de la imagen. Las imágenes de la contaminación, de los daños ambientales, de las catástrofes canalizan, enfocan una temática, dramatizan, nos manipulan. Pero hay poca consciencia de este medio visual.
Y como historiador de arte, esas imágenes para mí tienen una profundidad histórica. Si regresamos en la Historia del Arte sobre este tópico “El Aire”, encontramos tendencias muy interesantes. Hubo faces del arte religioso donde el cielo fue poblado por los santos, los ángeles, pero a inicios del siglo XIX los artistas empiezan a estudiar los fenómenos meteorológicos como un campo de experimentación estética y también como otro modo de acercarse al enigma de las nubes.
La imagen del cielo puede ser encontrada en la pintura, la fotografía, el cine y la literatura; es una historia cultural del tema. Y quiero proponer una comprensión diferente del tema, hay una rutina de los discursos y quiero romper esta rutina, con aspectos novedosos y llamar la atención sobre el hábitat.
-¿Cuál es la diferencia entre Cielo y Aire?
-El aire es algo cotidiano pero también ha sido un espacio de proyección, de esperanza religiosa, de ansia, de miedo ¿qué va a pasar? Y lo que veo es que no hay conciencia del acto de respirar, es tan cotidiano; sin embargo, en crisis extremas de contaminación descubrimos lo importante que es. Y las investigaciones estéticas que estoy haciendo y aquí en el coloquio con mis colegas, parten de la idea básica de la estética que se funda en la filosofía griega aesthesis, que es percepción sensorial, lo que puedo conocer por medio de la percepción.
No estamos buscando la estética en el sentido de la cosmética, no nos interesa, sino la percepción de nuestro aparato sensorial de temas y problemas del aire, la contaminación, la configuración, la belleza; si olemos el aire, si escuchamos los vientos. Y creo que el acceso más importante es el acto de ver, si abrimos los ojos y estamos conscientes de lo que está pasando en el cielo arriba de la ciudad, empieza un proceso neuronal de conocimiento que detona a consciencia.
A mí me interesa reconstruir este proceso y ver qué esquemas visuales influyen en este proceso de conocimiento. Y claro está, también tiene un sentido ético. Vivo en esta ciudad y sufro la contaminación, veo una rutina cotidiana autodestructiva por el uso excesivo del automóvil, por actitudes del consumo de energía, por depósitos de basura que exceden los límites y contaminan el aire; entonces es una investigación en las humanidades que quiere integrarse en los discurso científicos políticos y tiene una postura ética. Queremos atraer la atención y buscar un cambio de actitudes.
-¿Este coloquio tiene relación a su investigación anterior Acuápolis?
-Es la continuación a Acuápolis, otro elemento básico para esta ciudad y todo el mundo. Lo hicimos hace unos años y lo continuamos aquí en el Goethe, con la UNAM. Continuaré con estas temáticas con ponentes mexicanos y extranjeros de diversos campos. En esta ocasión de México, Alemania y Suiza y, voy a fundar un equipo de trabajo permanente para difundir más estas investigaciones. No queremos quedarnos en la torre de marfil, queremos comprometernos con la gente de esta ciudad, de una megalópolis que es paradigmática de lo que pasa en el mundo con la hiperurbanización, pero también tiene un lado extremo.
Y creo que los problemas ambientales no se resuelven únicamente con la investigación científica, requieren también la contribución de las humanidades.
El siguiente paso es buscar más diálogo con ecólogos, con científicos, meteorólogos para reconstruir algo que en la historia ya existió; el filósofo francés Michel Tear, dijo que ningún filósofo antiguo pudo hacer su trabajo sin el conocimiento de la meteorología, hubo una conexión cercana entre el conocimiento de la meteorología con la filosofía y la existencia en la Tierra. Mi trabajo es restablecer el diálogo entre las artes y las ciencias.
-¿Se publicarán las ponencias de este coloquio?
13mag