Este festival es el más político de todos en el sentido de articular la defensa de la cinematografía: Wolney Oliveira

  • Entrevista a Wolney
    Oliveira, Director del Festival de Cine Iberomaericano de Ceará
Por Orianna Paz / enviada
FORTALEZA, Brasil, 10/09/13, N22.- Es de mañana en Fortaleza y el calor aumenta así como la actividad del 23
Festival de Cine Iberomaricano de Ceará por el que ya han pasado cuatro
películas en competencia, ya casi la mitad de las que se exhibirán, así como
varias charlas, homenajes y encuentros y es entonces cuando me encuentro con el
Director del Festival para que nos comente un poco más acerca de esta cita
cinematográfica, que se ha consolidado no sólo como un importante espacio para
la exhibición de cine iberoamericano sino también como un foro para el
fortalecimiento de la industria fílmica del nordeste y una ventana fundamental
para las producciones de este Estado.
“Es a través del festival que surgieron las escuelas de cine y que surgió
la motivación entre la población para hacer películas y prepararse
profesionalmente para ser cineasta. El Festival de Cine de Ceará no se preocupa
nada más por traer películas buenas o personalidades como Maria de Medeiros
sino que es un festival que propicia la articulación política del cine
brasileño y latinoamericano, el seminario que estamos haciendo en Unifor es un
seminario de legislación y mercado, por ejemplo, el que dedicamos el día de
ayer a la discusión de la Ley 12,485 que estipula un 30% de dinero para las
producciones del nordeste, del centroeste, y del norte de Brasil es algo muy
importante, ya que la recaudación de este año de esa ley son 350 millones de
dólares de los cuales el 30% se destina a estas tres regiones, lo que equivale
a más de 100 millones… y es a través de estos foros donde surgen políticas
públicas a favor del cine que el festival ha logrado colaborar con muchas
conquistas de los cineastas del nordeste en relación al panorama audiovisual
brasileño”.
Y el apoyo del festival a la cultura cinematográfica regional no se detiene
allí. Una vez que
el Festival de Cine de Ceará culmina, se realiza a partir de
octubre una muestra especial de las películas ganadoras en diversas regiones
del campo, ciudades del interior del Estado y del interior de la República, en
un esfuerzo por democratizar el cine. “El año pasado tuvimos en la totalidad
del festival, teniendo en cuenta el circuito de exhibición que hacemos en
octubre y noviembre, más de 40 mil espectadores, donde además de exhibir las
películas, también llevamos talleres de cine de animación para niños y
adolescentes de las escuelas públicas  de
la periferia y del interior del Estado”, comparte mientras habla orgulloso
también de la enorme producción fílmica de Ceará que es comparable a la de todo
un país como el caso de Portugal que produce de 8 a 10 largometrajes por año.
Con respecto a cuestiones de programación y en particular a la
participación de México agregó que en esta oportunidad recibieron alrededor de
150 largometrajes iberoamericanos de los cuales seleccionaron ocho, cuatro
ficciones y cuatro documentales, el primer año en que la competencia es tan
equitativa en cuanto a géneros, ya que el documental cada vez gana más terreno.
“México es una cinematografía muy fuerte en el contexto latinoamericano. Este
ha sido el año en el que nos han llegado más películas de México, pudimos ver
muchas ficciones pero también destacaba notablemente la presencia de dos
documentales y finalmente nos decidimos por seleccionar un documental”,
refiriéndose al trabajo de Alejandro Solar Luna, El paciente interno, que se exhibe hoy por la noche en el Centro
Dragão do Mar de arte y Cultura, con la presencia del realizador y una charla
con el público al finalizar.
13MAG 

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