En el siglo XIX no se escribieron novelas contemporáneas: JEP

  • El escritor mexicano dijo que en el siglo XXI se lee más, pero se habla menos de frente con las personas, con lo cual, «se puede perder mucho»

Por Alizbeth Mercado (@alizbeat)

Distrito Federal, 26/03/13, (N22).-

“En el siglo XIX la
escritura era todo, porque apenas comenzaba la competencia de la prensa, no
había radio ni televisión, mucho menos internet. Pero ahora si en algún momento tuvo
importancia la escritura es ahora, sea buena o mala, todo el mundo está
escribiendo todo el tiempo en vez de hablar, y me parece muy grave. Si dejamos
de hablar frente a frente algo está pasando y mucho se pierde”, comentó José
Emilio Pacheco.

En el marco  del diplomado “México Decimonónico”, el
escritor ofreció una conferencia
magistral en el INAH. Pacheco hizo un análisis retrospectivo del siglo XIX con
un tono anecdótico. Acotó que en este periodo, México era para el
extranjero un país con “carácter mitológico”, es decir, los extranjeros podían
viajar y conocer un contexto de asombro para su realidad.

José Emilio Pacheco conoce
un amplio espectro de las implicaciones y tópicos de la literatura
decimonónica. Apropósito, mencionó que El
Periquillo Sarniento,
la primer novela en el país, “no es un modelo no de
novela”, esto significa que la literatura en ese siglo no pretendía poseer
carácter formalmente estético, en los textos se relataban las circunstancias
sociales.

Aseguró que no se escribían
textos contemporáneos, se dejaba pasar cierto tiempo para escribir sobre los
hechos: “La tragedia siempre está mezclada entre tristeza y alegría, no había
cine ni  televisión; la gente se entretenía
viendo las batallas, cómo tomaban Chapultepec los norteamericanos y nunca se imaginaron
que estaban viviendo un momento histórico”.

En los años 1872 –explicó-
surge la novela histórica y folletinesca que rompe con uno de los principales
prejuicios contra la novela, de dejar pasar años sobre la novela, pero Mariano
Azuela y Los de abajo narran hechos
ocurridos meses atrás. Por ejemplo, Tolstoi escribió 50 años después lo que
narra, no hay novelas contemporáneas.
¿Fue acaso la literatura un medio de difusión
en el siglo XIX?


Pacheco comentó que si bien
en el siglo XIX la  escritura fue todo, “nunca
se ha leído tanto como hoy, el pesimista respondería: claro somos muchos”. Sin
embargo, “el drama del siglo XIX es que poca gente sabía leer y terminaba la
primaria. Los tirajes de los libros eran muy pocos”, agregó.

Asimismo, la poesía desempañaba
una gran función social y era muy leída,
pero no por los libros. “Me quedé sorprendido que libros clásicos y
popularísimos como Prosas profanas de
Rubén Darío o Amado Nervo no tiraban más de 500 ejemplares, ¿qué pasaba?, eran
otros medios de difusión. Primero estaba la declamación, yo me siento culpable
de haberme reído, claro, porque nunca lo pude hacer y pensaba que era ridículo,
y no. Era una forma de difundir y servía para enseñar el idioma”.

Por lo tanto, la prensa
también operó como medio de divulgación, ya que “los periódicos de antes no eran
horizontales, sino verticales, se hacían en columnas y como no podía salir con
espacios en blanco, ponían un poema”.

Como conclusión y a
propósito de México como mito, José Emilio piensa que sigue siendo así, pero “de
la sangre y la violencia por desgracia, es al revés”.
13MAG

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