Salir a la caza de palabras en camiones, calles, cabarets y mercados, hasta formar un compendio surgido del imaginario nacional fue la tarea que le permitió a Armando Jiménez escribir el libro Picardía mexicana.
A propósito, N22 charló con Alfonso Hernández, cronista del barrio de Tepito: «Viene a ser como el referente de la identidad nacional, pero recopilando la esencia de la picardía mexicana, la fenomenología del relajo, lo que es el albur, el albur fino, que actualmente lo podemos interpretar como el ajedrez mental y que para gente mojigata deja entrever que a mayores complejos, menos reflejos para entender y responder un buen albur».
Publicado por primera vez en 1960, Picardía mexicana lleva a la fecha más de 100 ediciones.
«Armando Jiménez recurrió a recoger los barrios mentales que todos estamos olvidando. Un barrio como Tepito es una de las muchas cunas del albur. Él, aun siendo ingeniero civil egresado del IPN, tuvo esa gran capacidad de recopilar dichos, refranes, frases, toda la esencia de la picardía, reivindicando que el habla popular es algo que sigue resistiendo ese dominio de una literatura oficial, académica».
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