Ciudad de México, 07/12/12, (N22).- Una de las cintas más taquilleras en Japón en toda su historia, El manantial de Akitsu, inauguró en la Cineteca Nacional el ciclo dedicado a Kiju Yoshida, mostrando al público mexicano el inicio de la fructífera relación artística que el realizador inició en 1962 con su esposa, la actriz Mariko Okada, y que continuó por muchas décadas.
“Esta fue la primera película que realizamos juntos, Mariko era entonces la más grande estrella del cine japonés y su actuación como la ya célebre enfermera Shinko, fue un gran impacto para nuestra cultura”, afirmó Kiju Yoshida, poco antes de presentar el ciclo en la Sala 9 Juan Bustillo Oro, de la Cineteca Nacional.
Con la presencia de Paula Astorga, directora de la Cineteca Nacional, y representantes de la Fundación Japón en México, quienes respaldaron el traslado a nuestro país de copias en 35 milímetros para este ciclo, Kiju Yoshida, acompañado de su esposa, Mariko Okada, agradeció a las autoridades culturales de México la relación de este ciclo donde se da cuenta de muchas de sus búsquedas personales como realizador.
“Es un honor compartir con el público mexicano estas películas”, dijo el director, quien recordó su estrecho vínculo con México y la manera como nuestra cultura lo hizo tener una perspectiva distinta del mundo, aspecto que dejó plasmado hace décadas en el libro México: una metáfora placentera”.
Por su parte, Mariko Okada dijo que esta cinta dio continuidad al sello que su esposo plasmó en sus películas, donde la mujer tenía una importancia protagónica en la trama, siendo la relación entre la enfermera Shinko y el ex soldado Shusaku, una historia que afectó profundamente a la generación que vivió la derrota militar de Japón después de la Segunda Guerra Mundial.
Durante la proyección de la cinta El manantial de Akitsu, cuyo guión fue adaptado por el propio Kiju Yoshida de una novela de Shinji Fujiwara, el público se identificó con la oscura historia de amor de los protagonistas, a quienes conoce cuando él recibe tratamiento contra la tuberculosis en un albergue propiedad de la familia de una bella enfermera, quien de inmediato se enamora de un joven soldado.
Las frustraciones, el honor herido a causa de la derrota de su ejército, así como la precaria situación de su nación, lleva al soldado Shusaku, interpretado por el actor Hiroyuki Nagato, a pensar en el suicidio, pero al crear aquel fuerte lazo con Shinko, una oscura idea le ronda por la cabeza y le propone que ambos cometan un doble suicidio.
La atmósfera casi nihilista de algunas partes de la cinta, contrastan con la profunda pasión que viven los personajes, quienes se convirtieron en los representantes del sentir de Japón durante la posguerra, catapultando a la cinta a romper el récord de taquilla en los años sesenta en esa nación, y permitiendo que Yoshida y Okada, fundaran como esposos su propia compañía productora independiente, Gendai Eigasha.
Sin embargo, la trama de la cinta tiene dos capítulos, pues él abandona la región de los manantiales de Akitsu y regresa diez años después, ya casado con otra mujer, mientras la enfermera ha permanecido todo ese tiempo añorándolo.
Pero la relación entre ambos no ha terminado y aún con los años, ninguno de los dos ha olvidado la vieja propuesta que alguna vez se dijo y que ninguno se atrevió a llevar a cabo.
El manantial de Akitsu se presentará nuevamente el Sábado 15 de diciembre, en la
Sala 9 Juan Bustillo Oro , de la Cineteca Nacional, a las 20:30 horas
Otras cintas que forman parte del ciclo son Eros + Masacre (1970), Una historia de agua (1965), Deseos de mujer (1967), Una aventura amorosa (1967), Ley marcial (1973) y Mujeres en el espejo (2002), entre otras. Para mayores informes, consultar la cartelera www.cinetecanacional.net
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