Distrito Federal, 07/11/12, (N22/INBA).-
En esta novela se lee la influencia que recibió Moscona de sus abuelas de origen búlgaro sefardí, de quienes aprendió a comunicarse en ladino, es decir, judeo-español, lengua que actualmente se encuentra en el Libro rojo de la Unesco de lenguas en vías de desaparecer y que en Tela de Sevoya ocupa un lugar predominante, pues uno de los motivos por los que viaja el personaje principal a Bulgaria es para conectarse con esta lengua, así como con la casa de sus padres, sus recuerdos y su origen.
Por medio de recursos como poemas, testimonios, anécdotas de infancia, conversaciones con la abuela poseedora de una sabiduría milenaria, y sueños, se entrevera esta trama que, entre otros sucesos, remite a la expulsión de los judíos de España en el siglo XV, a la diáspora durante la Segunda Guerra Mundial y a la firmeza del gobierno búlgaro que no cedió ante la exigencia del nacionalsocialismo alemán de permitir la extradición de la población judía en aras del exterminio.
En Tela de Sevoya se entretejen varios géneros literarios y está escrito por fragmentos, sin embargo, la misma trama da unidad a esta historia que Moscona escribió valiéndose de su gran maestra: la poesía, pues ésta le da un inmenso valor al lenguaje y su mayor responsabilidad es con él, según ha dicho.Tela de sevoya busca hacer de los lectores unos testigos de estas historias y dejar claro lo que significa el lenguaje ladino, para que se pueda ver, como en una radiografía, el español que hablamos actualmente.
Myriam Moscona. (Ciudad de México, 1955) Hija de padres búlgaros sefardíes. Es poeta, traductora y periodista. Parte de su poesía se ha traducido al inglés, francés, italiano, alemán, francés, inglés, hebreo, sueco, búlgaro, portugués, árabe, ruso y chino. Ha sido incluida en más de treinta antologías nacionales y extranjeras. Asimismo, sus colaboraciones han aparecido en las principales revistas y suplementos del país.
De 1993 a 2001 condujo para la televisión cultural mexicana, el noticiario cultural “9 30” del Canal 22. Negro marfil, traducido por Jen Hoffer, ha aparecido en distintas publicaciones estadounidenses en forma bilingüe. Junto con Adriana González Mateos tradujo La música del desierto de William Carlos Williams, con el que obtuvo el Premio Nacional de Traducción en 1996. Tradujo también una antología de la obra del poeta estadounidense Kenneth Rexroth.
Obtuvo una residencia artística del Banff Centre for the Arts, Canadá, 2000 donde llevó a cabo un proyecto de poesía visual. Ha sido becaria del SNCA en varias ocasiones. Becaria de la Fundación Guggenheim en 2006. Premio Nacional de Poesía Aguascalientes 1988 por Las visitantes. Premio Nacional de Premio Bridging the Gulf otorgado por US-México Funnd for Culture, New Orleans, 1999. Premio Instituto Cultural México-Israel, 2000. Su poemario Las visitantes se incluye en la compilación Premio de Poesía Aguascalientes 30 años, 1988-1997, Joaquín Mortiz/Gob. del Edo. de Aguascalientes/INBA, 1997.
En su obra se encuentra, en biografía: De frente y de perfil, semblanzas de poetas (75 semblanzas de poetas mexicanos vivos, 1994). En poesía: Último jardín (1983), Las visitantes (1989), El árbol de los nombres (1992), Vísperas (1996), Negro marfil (2000) y El que nada (2006).
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