Emiten timbres postales con imágenes de monjas coronadas de los siglos XVIII al XIX

Un par de estampillas postales con las imágenes de dos pinturas de religiosas de los siglos XVIII y XIX, pertenecientes al Museo Nacional del Virreinato (MNV), fueron emitidas bajo el titulo Arte Sacro Virreinal, Monjas Coronadas, con un tiraje de 200 mil timbres (100 mil cada una).

Con la presencia de Cecilia Genel Velasco, directora de dicho recinto del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), y de Patricia Cravioto Galindo, directora Corporativa Comercial del Servicio Postal Mexicano (Sepomex) Correos de México, la víspera se efectúo la ceremonia de cancelación del primer día de emisión de la serie especial de estampillas.

Los retratos de las monjas coronadas brindan valiosa información sobre la vida religiosa de las mujeres que ingresaban a los conventos en los siglos XVI al XIX como una forma de vida. Según la tradición de la Iglesia, cuando una novicia tomaba los hábitos o profesaba, se celebraba un matrimonio religioso con Cristo, y para conmemorar este acto se realizaba un retrato de la monja ataviada con hábitos de la orden religiosa: una corona de flores, crucifijos, velas profusamente adornadas y figuras de bulto del Niño Dios.

Durante el acto, Cecilia Genel, directora del museo ubicado en Tepotzotlán, Estado de México, destacó que la colección de pinturas que retratan monjas coronadas del MNV, es de las más sobresalientes por su calidad e importancia histórica en todo el país, por esa razón escogimos dos de estas imágenes para imprimir las estampillas postales sobre arte sacro, con la idea de emprender una colección con este tema y darle continuidad en los próximos años.

Los óleos de las religiosas seleccionadas para el tiraje de los timbres postales, son los que muestran a Sor María Engracia Josefa del Santísimo Rosario, quien profesó el 3 de julio de 1803, en la orden dominica, así como el de una monja concepcionista anónima del siglo XVIII, que lleva un escudo circular sobre el pecho.

En su intervención, Patricia Cravioto, del Sepomex, explicó que la cancelación del primer día de emisión es un acto protocolario que pone en circulación los timbres postales, mediante la estampación de un sello espacial llamado de primer día de emisión. “Esto marca el día oficial en que la estampilla tiene valor para usarse como un porte en una carta, de esta manera queda marcada y archivada como una estampilla de valor legal”.

Genel Velasco agregó que para el Museo Nacional del Virreinato “la producción de esta serie no sólo representa uno de los soportes de difusión más importantes en su historia, sino un medio de comunicación seminal para la trasmisión del conocimiento del arte religioso del periodo virreinal.

La relación del MNV con el Servicio Postal Mexicano “comenzó hace cuatro años, cuando hicimos la serie de estampillas Navidad Mexicana, con dos cuadros de adoración de los Reyes Magos, editadas además en otro formato de estampilla”, abundó Genel Velasco.

La directora Corporativa Comercial del Sepomex, Patricia Cravioto, dijo que cada una de las estampillas de Monjas Coronadas tiene un valor de siete pesos cada una y se pueden usar para mandar cartas dentro del país con ese valor o un paquete internacional, usando varias de éstas.

Agregó que además los timbres postales de una serie especial o conmemorativa, adquieren —una vez puestas en circulación— un valor estimativo entre los filatelistas y aficionados alrededor del mundo, porque normalmente Correos de México edita aproximadamente entre 20 y 25 cancelaciones de este tipo por año.

Retratos de Monjas Coronadas
Las imágenes elegidas para dicha serie postal, proceden de la colección Monjas Coronadas, Vida conventual femenina, del Museo Nacional del Virreinato. La pintura de Sor María Engracia Josefa del Santísimo Rosario, quien profesó el 3 de julio de 1803, en la orden dominica, muestra a la religiosa portando un hábito blanco sujetado con un cinto negro; toca blanca, velo y manto negros. En la cabeza lleva una corona de flores rojas, blancas y azules, en cuyo centro aparece una efigie de una novicia dominica, y a sus costados dos ángeles sostienen un triángulo negro y un corazón, respectivamente.

En esta pintura también aparece una pequeña escultura del Niño Jesús —representación del divino consorte—, rodeado de flores blancas y azules, que apoya su mano derecha sobre una calavera. Generalmente, estos cráneos simbolizan la reflexión de la impermanencia terrena en comparación con la vida eterna.

La segunda estampilla alude al retrato de una religiosa concepcionista anónima del siglo XVIII, quien lleva un escudo circular sobre el pecho y un hábito con los colores azul y blanco, que caracterizan a dicha orden. Debido al ceremonial de profesión su velo negro está adornado con perlas y bordado en oro y plata. El escudo circular lleva al centro la representación de la Inmaculada Concepción coronada por La Trinidad, y rodeada de San Joaquín y Santa Ana, San José, San Nicolás y San Pedro.

Además, la monja lleva una corona, al parecer de plata, con decoración rococó, figurillas aladas y guías de rosas. En la mano izquierda, porta una palma adornada con florecillas y, en la derecha, una imagen de bulto del Niño Jesús, también coronado.

El Museo Nacional del Virreinato se ubica en Plaza Hidalgo 99, Barrio San Martín Tepotzotlán, Estado de México. Costo: 55 pesos: Abierto de martes a domingo de 9:00 a 18:00 horas. Entrada gratuita a menores de 13 años, estudiantes, maestros, jubilados y personas mayores de 60 años; domingos entrada libre a visitantes mexicanos y extranjeros residentes en México, debidamente acreditados.

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