Eduardo Galeano y Marta Lamas reciben el premio «Amalia Solórzano»

Por Luisa Pérez Iberri
CIUDAD DE MÉXICO, México, 25/10/12, (N22).- Con una concurrida
asistencia al Palacio de Minería en el Centro Histórico, se realizó  la
segunda entrega del premio “Amalia Solórzano” en honor a la mujer que
compartió su vida con Lázaro Cárdenas. «Este premio se entrega a personas comprometidas
socialmente, comprometidos con la búsqueda de solución, justicia y
libertad», señaló José Narro Robles, rector de la UNAM, que también fue parte del jurado
junto a Marta Lamas y Eduardo Galeano, comprometidos
filántropos.
Marta Lamas, etnóloga y antropóloga, señaló que su labor como una mujer
comprometida con las mujeres no ha terminado y que aún faltan muchas cosas por
hacer por los derechos, la seguridad y la calidad de vida de estas. También
dijo que todo esto no lo hubiera logrado sola, que tiene todo un equipo igual de comprometido con los compromisos sociales, finalizó su participación agradeciendo a asistentes, familia, amigos y varias de sus compañeras como
Patricia Mercado, Anahí Franco,entre otros, con la frase “sueño con el momento que las feministas no
sean necesarias”.
Por su parte el escritor
uruguayo Eduardo Galeano hizo diferentes remembranzas históricas de diferentes
partes de América Latina, territorio que  ha recorrido y recolectado anécdotas de
todo tipo. Habló de la Revolución Mexicana, de cómo las mujeres siempre fueron
arrojadas a la cocina y en este momento histórico eran ellas las que traían la
cocina a cuestas, de batalla en batalla, “…estas
mujeres eran aquellas que siempre ponían tortillas en la boca y balas en los
fusibles…”
Nombró mujeres reales como Rosa Bobadilla, María Quintero, Petra
Ruíz, quienes hicieron posible una revolución y nunca recibieron pensión. 
Finalizó recordando a una mujer significativa en su
vida, Domitila Barrios, boliviana, única mujer involucrada en las minas y que
lanzo una huelga de hambre junto con cuatro mujeres más, pidiendo la abolición
de la dictadura militar, recibiendo en un principio burlas e incredulidad, pero
que al unírsele después una significativa población boliviana “ellas no eran las equivocadas, el equivocado
era el miedo”
puntualizó Galeano.
Imagen:http://bit.ly/S9dg2y
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