CIUDAD DE MÉXICO, México, (N22/Conaculta).-
La crónica, las características del periodista y el periodismo anfibio, la propuesta del trabajo en equipo entre cronista y académico, y el proyecto electrónico revistaanfibia.com, fueron los tópicos abordados en la charla “Periodismo anfibio: hacia una nueva frontera de la crónica y el conocimiento académico”, realizada la tarde del 11 de octubre en el Museo Nacional de Antropología.
En el evento, que formó parte del Encuentro Nuevos Cronistas de Indias 2, organizado por Conaculta y la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, participaron la redactora de la revista Marie Claire en España, Gabriela Wiener (Perú); el periodista y escritor, Francisco Goldman (Estados Unidos-Guatemala); la profesora-investigadora de ITESO-Universidad Jesuita de Guadalajara, Rossana Reguillo (México); el profesor de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), Cristián Alarcón (Chile-Argentina); y el director del máster en periodismo BCN-NY, Roberto Herrscher (Argentina-Costa Rica).
Herrscher, quien fungió como moderador de la charla, a manera de introducción apuntó que el anfibio es un bicho extraño, mitad terrestre, mitad acuático que tiene la gracia para poder sobrevivir, lo que hacía la gran la mayoría de los viejos cronistas de indias, quienes contaban historias viejas y legendarias de antiguos seres mitológicos extraños.
Recordó que el Premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, alguna vez dijo en una conferencia que los viejos cronistas de indias veían a esos seres extraños porque se acercaban a una nueva realidad desde sus propios medios, deseos y mitos.
“Es extraño y sugerente que los nuevos cronistas tomen para sus proyectos seres curiosos. […] Todos los presentes en la charla están a caballo entre dos mundos, y enriquecen su trabajo con formas distintas de acercarse a la realidad”, apuntó el también investigador de Columbia University.
Rossana Reguillo comentó que un cronista anfibio, es un animal de profundidad capaz de sumergirse en lo más hondo, oscuro, doloroso, apestoso, y terrible, pero también en los luminosos sótanos de la sociedad, cuyo arte consiste en la ligereza con la que sale a la superficie derivada de la solidez de su saber para realizar una crónica distinta que ayude a comprender el mundo.
En su opinión, no hay una oposición necesaria entre el periodismo y un trabajo académico por lo cual son dos campos que se recelan uno al otro de manera falsa, refiriéndose de manera específica a la revista electrónica dirigida por Cristián Alarcón, revistaanfibia.com, la cual muestra la falsedad de la separación entre estos dos mundos, y que al contrario, juntos potencializan métodos, saberes y formas de creación.
También planteó que el cronista Carlos Monsiváis, a quien no le aburrían los congresos de académicos, sino la falta de inteligencia, de sentido humor, y la autocomplacencia; sería el anfibio por excelencia pues podía moverse con absoluta comodidad en distintos mundos, era capaz de hablar con un punk, un emo o un intelectual, para encontrar en su escritura una comunicación con un auditorio también anfibio.
Al tomar la palabra, Cristian Alarcón indicó que su proyecto es un experimento y concepto que flota en el ambiente intelectual y poético, el cual busca materia prima para ofrecerle una experiencia nueva al lector. “Cuando le propongo a dos personas de mundos distintos que se unan para reportear, es con el fin de producir con dos sensibilidades una nueva narrativa.
“Anfibia, como experiencia periodística, intelectual y literaria era un posible o muchos fracasos. Vimos que no era sólo anfibizar con la academia, podemos hacerlo con un bailarín, obreros, maestros rurales, artistas y poetas, y descubrimos que los temas de la vida cotidiana que se cruzan con la actualidad son lo más visitado, por lo que estamos en una explosión que está en un cambio y apuesta en el lenguaje.
“Tal vez fracase, es una posibilidad de riesgo y es también una aventura. Tenemos la convicción de que no estamos solos y que además podemos cambiar el estado de las cosas y en eso estriba el sueño, utopía, la fantasía de un periodismo anfibio”.
Subrayó que en el periodismo norteamericano hay algo en la formación de grandes plumas que es anfibio porque sus trayectorias han sido múltiples, en contraste, en América Latina la formación en las escuelas de periodismo están en un estado terminal, porque no se ha construido una currícula que esté a la altura de lo contemporáneo.
Al tomar la palabra, Gabriela Wiener, quien escribe de España con ojos peruanos, confesó no saber si es una cronista y apuntó que la crónica es en sí un género mutante que seguirá mutando e indicó que la revista Anfibia, es una publicación plural e inclusiva.
Por su parte, Francisco Goldman, autor de El arte del asesinato político, presentado como un anfibio que mira América Latina con ojos de estadounidense, indicó que ser anfibio es parte de ser un escritor serio. “Somos anfibios, por ser seres humanos curiosos, abiertos a la experiencia, y que se atreven a meterse en las cosas”.
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