Ciudad de México, México, 03/10/12, (N22).- El uso prolífico y multigeneracional de la radio es uno de los hechos dependientes en las concepciones evolucionistas de la radio, sin embargo, ¿cómo convive y se resignifica la radio de los muchos medios que informan y entretienen? Este cuestionamiento formuló el doctor en filosofía Néstor García Canclini durante su conferencia magistral «La radio aclara ciertas dudas ¿Vivimos en la sociedad del espectáculo?».
En el marco de la 9ª. Bienal Internacional de Radio. Innovación, Tecnología y Audiencias en el Siglo XXI, Canclini comentó que la expansión televisiva del video, los sitios audiovisuales en las redes y la masificación de artes visuales que trascienden los museos ha llevado a sostener que la cultura visual triunfa sobre la cultura escrita, “una visión alarmista del presente y futuro pregonada por conservadores críticos»,explicó.
“El protagonismo de las imágenes es visto como lo fácil, divertido, sensacionalista, lo irracional o lo que impide pensar. El carácter verbal y sonoro de la comunicación radial desespectaculariza los hechos al mostrar a la palabra como contraparte a los medios audiovisuales, subrayó el autor de La globalización imaginada.
“El peligro de la radio no es la espectacularización misma sino la verborrea. Su gran desafío es la locución que a veces cae en riesgo de la descripción rutinaria y de las entrevistas con indignaciones ya escuchadas”.
El investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana explicó a los asistentes al Teatro de las Artes del Centro Nacional de las Artes (Cenart), que la persistencia de la radio analógica desautoriza previsiones apocalípticas sobre el futuro de los medios que carecen de imágenes. “Si las imágenes son el recurso básico del espectáculo su ausencia en la radio indica que no nos complace sólo vivir en una civilización de espectáculos sino que lo que necesitamos es que nos hablen y renueven día con día el sentimiento oral de la vida”.
El autor de La sociedad sin relato. Antropología y estética de la inminencia indicó que la cercanía de la radio con la cotidianidad tiene que ver con factores como los lugares donde encuentran sus audiencias, ya sea el de los transportes colectivos individuales o la computadora personal; y la mayor libertad que tiene la radio para elegir música de todas las épocas, y en donde se puede hablar de arte, literatura y otros temas.
Agregó que pese a tantos méritos, el futuro de la radio no es sencillo ya que su versatilidad para situarse en escena y los usos diversos en repertorios culturales heterogéneos la asemeja a los medios digitales.
“La radio se formó y nos ha formado como buscadores de la variedad, las discrepancias y como practicantes del multitask, y ofrece desde hace décadas la ocasión de ser multitareas, pues la escuchamos mientras cocinamos, manejamos, hablamos por teléfono o conversamos con la familia”.
En su ponencia, acompañado por Rosalía Winocur, profesora e investigadora de nueva tecnologías de la información de la UAM, compartió que lo que ha encontrado en los usos y significados de la radio en la academia, revisando referencias de los últimos cinco años, le impresiona porque irrumpen textos más antiguos de la década de los 90.
“Los trabajos más innovadores se refieren a la radio por Internet y pocos autores se ocupan de su desdomesticación, es decir, la pérdida de su lugar central en los hogares reemplazada por la televisión y las computadoras.
Por lo que, dijo, lo que ha caído no es la radio sino su atractivo para los estudios académicos. “Este es un medio fecundo para repensar puntos ciegos y debates irresueltos. Habría de averiguarse cómo está modificándose la escucha radial y si las estaciones existentes en AM, FM e Internet están remodelando el sentido cultural de la radio”.
El autor originario de Argentina mencionó en el foro organizado por la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Conaculta, a través de Radio Educación, que la radio no sólo aclara ciertas dudas, sino que también engendra interrogantes sin respuestas sobre la comunicación social y la reestructuración de la cultura.
“No son menores las dudas emergentes sobre el presente y futuro de la radio entre la potencia proliferante de la digitalización y la homogeneidad de la representación empresarial, no está claro que permanecerá en las cuestiones históricas de la radio”.
Finalmente abundó en que preguntas como ¿En qué medida la convergencia tecnológica subsumirá los lenguajes y formatos radiales bajo la lógica digital? o ¿la radio mantendrá sus tradiciones comunicativas? justificarían que se investigaran los usos actuales de la radio con tanta tenacidad como con la que se estudia el cine, la televisión y las redes. “Porque la radio no acaba de decir todo y aún falta aprender a escucharla”.
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