Piezas arqueológicas en torno a Quetzalcóatl se exhiben en Los Ángeles

Distrito Federal, 03/09/12 (N22).- Luego de ser recorrida por más de 70 mil visitantes en el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles, la exposición Los hijos de la serpiente emplumada: El legado de Quetzalcóatl en el México antiguo, se presenta en el Museo de Arte de Dallas, Estados Unidos, donde la leyenda de esta deidad mesoamericana continúa revelándose a través de 151 piezas arqueológicas.

La muestra describe a Quetzalcóatl como divinidad fundadora y benefactora, cuya veneración se extendió entre diversas civilizaciones prehispánicas, entre ellas la maya, tolteca, zapoteca, mixteca y nahua.

La propuesta museográfica, organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), exhibe objetos de más de 1,000 años de antigüedad, manufacturados en jade, turquesa, oro, hueso, concha, cerámica, perla, madera, papel, textil y basalto, que sirven como medio para explicar el culto a Quetzalcóatl, encarnación del antiguo espíritu de la fuerza del viento y la lluvia, que poseía atributos de serpiente y quetzal.

La historiadora Victoria Lyall, una de las curadoras de la muestra, junto con los investigadores Virginia Fields (1953-2011) y John Pohl, informó que dicho acervo procede de museos e instancias del INAH, así como de universidades y recintos de Estados Unidos y Reino Unido. Entre las piezas prehispánicas destacan seis utensilios de cerámica que son exhibidas por primera vez y que datan de entre 850 y 1250 d.C.

Se trata una vasija en forma de murciélago, otra hemisférica y dos trípodes, así como dos jarras —de entre 6 y 8 centímetros de diámetro y 20 y 10 de altura—, halladas hace una década en la localidad Paso Aguascalientes, Oaxaca, por el arqueólogo Marcus Winter, y prestadas por el Centro INAH-Oaxaca.

La exposición consta de cinco módulos temáticos, que versan sobre las diversas urbes prehispánicas devotas a Quetzalcóatl, como Tula, Chichén Itzá y Cholula; y sobre el desarrollo comercial, artístico, político y religioso de esas ciudades.

Según la leyenda, la ciudad tolteca de Tula (650-1200 d.C.) fue creada por el dios Quetzalcóatl, bajo el nombre de Tollan; a la caída de esta urbe (1200 d.C.), las comunidades sureñas de México adoptaron a la Serpiente Emplumada como dios principal durante el periodo Posclásico (900-1521 d.C.).
 

 En relación con lo anterior, se exhibe la escultura de un atlante —que originalmente fue utilizado como soporte arquitectónico— de 86 centímetro de alto y 49 de ancho, y cerca de 300 kg, hallado en la Zona Arqueológica de Chichén Itzá, Yucatán, cuya antigüedad corresponde de 850 a 1150 d.C. La pieza forma parte de las colecciones del Museo Nacional de Antropología.

De igual forma, el público estadunidense puede admirar un pectoral de concha tolteca y el fragmento de una columna en forma de serpiente emplumada (1.28 metros de alto y 88 cm de ancho), además de un recipiente de cerámica con las imágenes de la representación de Quetzalcóatl y del Árbol de la vida (19 cm de alto y 12 de ancho), pertenecientes al Museo Arqueológico de Tula “Jorge R. Acosta”, y descubiertas en el sitio prehispánico de Tula, Hidalgo; datan de 900 y 1200 d.C.

Los hijos de la serpiente emplumada… también narra la fundación de la ciudad de Cholula, en el hoy estado de Puebla, en honor al dios Quetzalcóatl, en 1200 d.C. —luego de la caída de Tula—, y hace referencia a la creación del estilo artístico y de manufactura conocido entre los especialistas como Estilo Internacional, que se originó a principios del siglo XIV.

“El estilo internacional se caracterizó por tener vivos colores, como rojo, naranja, amarillo, blanco, negro y azul, y poseer diferentes motivos decorativos: grecas escalonadas, discos solares, plumas preciosas, cráneos y flores”, explicó la historiadora Victoria Lyall.

En ese sentido, se muestran diversos utensilios de cerámica creados entre 1300 y 1500 d.C., como un plato en forma de perro (22 cm), un incensario (9.3 cm de alto y 13.5 de ancho), y un plato decorado con figuras de flores, conchas y piel de jaguar (26.4 cm), todos encontrados en Cholula, Puebla.

La curadora Victoria Lyall comentó que en el último módulo temático se aborda el encuentro de las culturas sureñas (maya, tolteca, zapoteca, mixteca y nahua) con el imperio mexica, con el que algunos grupos —como el zapoteco— establecieron alianzas, mientras otros, como los toltecas, fueron conquistados.

“En dicha sección también se hace referencia a la llegada de los españoles a México, con los cuales los ‘hijos de la serpiente emplumada’ se aliaron resentidos por el poderío tenochca, y así reconstituyeron sistemas de comercio y confederaciones bajo el régimen occidental”, refirió la historiadora.


Al respecto se presenta un ornamento arquitectónico de cerámica (2.3 metros de alto y 140 kg) con fragmentos de estuco, decorado con representaciones de conchas cortadas, el cual fue hallado en la Zona Arqueológica de Templo Mayor, en el Distrito Federal, cuya antigüedad se estima entre los años 1400 y 1521.

Además, se exhiben dos pectorales de conchas (18 cm de largo) y un disco de turquesa y madera (39 cm de diámetro), pertenecientes al Museo del Templo Mayor y que datan de entre 1300 y 1521.

La exposición Los hijos de la serpiente emplumada: El legado de Quetzalcóatl en el México antiguo, permanecerá en exhibición en el Museo de Arte de Dallas hasta noviembre próximo.

12MAG

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