Ate con Queso, hacer de la lectura una experiencia lúdica y significativa

Un proyecto editorial que publica libros para niños y niñas. En paralelo, han dado forma a una bella iniciativa de fomento a la lectura que brinda asesorías a bibliotecas, escuelas y diferentes públicos para enseñar cómo guiar a los niños en la lectura

 

Ciudad de México (N22/Alizbeth Mercado).- Los libros no son para jugar, deshojar, meterse a la boca, ni morder, y algunas opiniones son tan restrictivas que aseguran que ni siquiera se pueden tocar (eso solo pasa en las novelas de Umberto Eco); pero hay otros que son todo lo contrario, como los de Ate con Queso, diseñados para que un bebé puede sentirlos y apropiarse de ellos.

La editorial está a cargo de Adriana Tellaeche e Irma L. Uribe y surgió como una iniciativa de fomento a la lectura porque ambas estaban preocupadas sobre la importancia de los libros en la primera infancia y la falta de esto en México.

Lo que después pensaron fue cómo llegar a los niños. Se les ocurrió hacer libros pertinentes, venderlos y por cada libro vendido regalar uno a quienes no tiene acceso a libros infantiles en su casa.

 

 

Los libros se pueden mojar porque están hechos de un material innovador, no es tóxico porque pensaron en el libro como herramienta para que los niños exploren con todos sus sentidos de forma libre y todo el contenido está pensado en estimular las áreas de desarrollo.

“Los niños que están expuestos a libros infantiles, pertinentes (y aún más si hay un adulto que acompañe la lectura, que guía las actividades alrededor de un libro) trae beneficios en las habilidades de lectoescritura, en el lenguaje, en el desarrollo motriz, cognitivo, de vínculo con el adulto, emocional, en la autoestima, seguridad; o sea, todas las áreas de desarrollo se pueden estimular utilizando un libro como herramienta”.

Adriana se dio cuenta, con su experiencia como mamá, que siempre le han gustado los libros infantiles y se estresaba porque si le daba a su hijo un libro, jugaba con él, así que pensaron adaptar los libros a su manera de apropiación.

“Muchas veces el primer contacto de los niños con los libros es cuando entran a la escuela a los seis años y lo asocian con tareas y trabajo escolar y no tiene una relación de diversión y de emoción con un libro”.

¿Por qué hacer libros para no lectores? ¿Es fomentar las experiencias? ¿Cómo incentivar a los bebés a la lectura?

El papel del adulto en la lectura, en los primeros años, es primordial. Nuestra participación como adulto que acompaña la lectura, el papel que le demos al libro, va a determinar mucho la relación que el niño tenga. Si nosotros hacemos de la lectura un momento agradable, divertido, de vínculo, donde el niño tiene el 100% nuestra atención, donde hacen preguntas y utilizamos el libro como pretexto para tener conversaciones, conocer lo que piensa el niño; trae muchísimos beneficios en la relación adulto-niño y niño-libro.

Además de hacer de la lectura un hábito, podemos buscar actividades de cuenta cuentos, ir a bibliotecas infantiles, buscar este tipo de espacios que no necesariamente son espacios para guardar silencio y eso contribuye que el niño tenga interés por los libros y la lectura.

Adriana e Irma están asesoradas por pedagogas y psicólogas en cuanto a tipo de contenido. El equipo de trabajo de la editorial es mexicano: Adriana e Irma escriben las historias y tienen varios ilustradores. Un libro siempre se firma por todos los participantes y cada uno se involucra en las diferentes partes del proceso. Uno de sus objetivos es que sea un trabajo colaborativo y en constante comunicación.

 

 

¿Cómo empezaron con el proyecto 1 a 1?

Nosotros quisiéramos solo regalar libros, y ya (risas) pero tampoco queríamos ser una fundación y depender de donaciones, queríamos que fuera algo autosostenible y a través de ese modelo (venta de un libro y regalo de otro) nos permite hacerlo.

Han trabajado en comunidades del Estado de México como Chalco, aquí en CDMX en el Ajusco, y también en Morelos y Oaxaca. Lo hacen por miedo de organizaciones de la sociedad civil, por medio de alianzas. Para la entrega hacen un evento donde los niños participan y hay cuenta cuentos, los papás reciben un taller y al final la organización o centro comunitario les hace una carta de que les entregaron tantos libros (para efectos de registro).

Nos encantaría dar seguimiento de qué pasa después, aunque nuestro equipo es minúsculo faltan recursos. Sabemos los efectos que tiene, pero nos encantaría medirlos y saber si hay algún tipo de cambio en el comportamiento. Informalmente platicamos con las instituciones, sabemos que los niños llevan sus libros a la escuela y los intercambian, pero necesitamos un dato más claro de qué pasa.

Sobre los programas de lectura, ¿qué se está haciendo mal?, ¿se está llegando tarde a los lectores potenciales?

Las conexiones neuronales de la primera infancia son clave, para nosotros es importantísimo empezar temprano y empezar a hacer acciones que fomenten la lectura a esa edad. El retorno de cualquier inversión que hagas de 1 a 5 años es el más alto que vas a tener. El niño tiene que estar expuesto a la estimulación correcta en los primeros años de vida.

De acuerdo con el Módulo sobre Lectura del INEGI (MOLEC) la principal causa de que las personas no lean es la falta de tiempo, pero en otras opiniones, se cree que el problema viene por los precios de los libros. “El tema con los hábitos de lectura de este país es un tema de costo de oportunidad, sí, el tema económico pesa, pero lo tendrías que leer y eso implica tiempo, el chiste es que la gente esté dispuesta a leer. Puedes encontrar libros gratis, ir a una biblioteca, ese (el costo económico) no es el problema el costo, es el tiempo de leer el libro y la calidad de la literatura disponible, pero eso depende del gusto de cada persona”.

La encuesta menciona que la población de lectores, al 64% su mamá les leía y al 32% su papá durante la infancia. ¿La promoción lectora no es unidireccional? ¿no se piensa en lo que está alrededor de un lector?

Nosotros necesitamos dos requisitos para regalar los libros: que tengan un menor de seis años en el hogar y que el primer cuidador del niño (papá, mamá, tío, abuelito) asista a una pequeña charla con nosotras, donde, muy informalmente hablamos de la importancia del libro como herramienta de desarrollo integral.

Muchas veces nos encontramos en poblaciones donde los adultos nos dicen “yo ni sé leer, ¿cómo voy a leer con el niño?” y lo que nosotros tratamos de decirles es que, a esa edad, el texto es lo que menos importa porque hay mil maneras de utilizar el libro sin leer, inventar el texto, preguntar sentimientos, que señalen colores, elementos de la ilustración. Les enseñamos a utilizar el libro sin importar sus hábitos de lectura, incluso si no saben leer. Definitivamente lo que tenemos que hacer es educar al adulto que está con el niño.

 

 

Sobre la lectura de la educación formal e informal ¿trabajan en estos aspectos?

El tema es que, en la educación formal, desde que entran a la escuela hasta los ocho años se les enseña a leer y a partir de los ocho años se espera que aprendan a través de la lectura. Este dato es súper importante porque si a los ocho años no se hicieron las conexiones neuronales adecuadas y oportunas para lograr leer de manera correcta, desde ahí se tiene un rezago porque después de ahí se exige el aprendizaje por medio de la lectura, por eso es tan importante empezar lo más temprano posible para que cuando los niños estén expuestos a la educación y al aprendizaje su habilidad lecto-escritura será sólida y serán receptivos a la información.

Si logramos que esta base sea sólida, ya la hicimos, resolvimos el problema de la educación en México. Porque cualquiera que sea el interés del niño puede obtener información de eso, si le gusta el futbol puede leer y enterarse. Se abre un mundo de oportunidades.

¿Sacralizamos la lectura? ¿Pensamos que empezar a leer implica tener que revisar libros complejos?

Hay libros para todos los niveles y todas las edades. Definitivamente si el niño no tiene acceso al libro adecuado que capte su interés, difícilmente va a asociarlo con algo lúdico porque va a decir “yo ni le entendí con lo que me están diciendo” por eso es importante que haya libros infantiles pertinentes a la edad de cada niño.

¿Tenemos que pensar en un nuevo paradigma de lector? Que no sea elitista ni moralmente superior.

La literatura es un mundo en sí mismo, yo siempre digo no hay libro malo, hay quien es súper lector de cómics y es la lectura que le interesa y qué padre. Depende de tus intereses y tus gustos, hay cosas que a mi me parecerán terribles y espantosas, pero no hay mal y buen lector, hay quien no lee y sí lee. A mí me encantan los libros infantiles, me fascinan y siempre voy a ferias de libros y compro libros que para mí son divinos pero mi hijo lee a Star Wars y ni modo, es lo que le gusta y yo me quedo frustrada con mis ilustraciones preciosas, pero con que lo tengan disponible.

¿No se está entendiendo a la lectura como herramienta de desarrollo social?

Muchas familias mexicanas ven a los libros como artículos de lujo, que solo los universitarios leen, pero definitivamente tiene que haber democratización de los libros. Hay muchos hogares donde los únicos libros no son infantiles y están lejos del alcance y si el niño lo toma le dicen que no lo toque, son ajenos. Tiene que ver otro acercamiento a esto.

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Además de la editorial y el proyecto 1 a 1, Ate con Queso también da asesorías y talleres, uno de ellos es el de creación literaria, que se enfoca en la creatividad. “Nos gustan mucho porque la literatura infantil da para mucho y no hay absurdos, es un servicio interesante. Los hacemos a través de provocaciones para que la gente cree su propio mundo, personajes e historias”.

Las asesorías las han dado en preescolares para saber cómo diseñar una biblioteca infantil adecuada, que sean espacios cómodos y divertidos para que los niños puedan explorar los libros sin la guía del adulto, que los libros sean accesibles a su nivel, que no estén escondidos, que se vea la portada, que haya un espacio cómodo donde los niños puedan disfrutar el libro y puede tener pizarrones, crayolas, mesas, entre otros. También tenemos “la maleta del libro viajero” que es para fomentar el intercambio de textos.

Si después de leer esto, te interesa conocer más del proyecto o solicitar sus servicios puedes contactarlas vía redes sociales:

FB @ateconqueso

Instagram  @ateconquesoed

Mail: hola@ateconqueso.com

 

Imágenes: Ate con Queso