Radio abierta y sin censura: Radio Nopal

Surgida en febrero de 2018, esta propuesta independiente localizada en la Ciudad de México busca hacer buena radio con los mínimos recursos

 

Ciudad de México (N22/Ana León).- Ubicada en Rosas Moreno 123, en la colonia San Rafael, Radio Nopal ocupa el frente de una vecindad en donde comparte su espacio con dos oficinas: la disquera chilena Quema su cabeza y Malfi que hace medios para músicos, y con NODO, que si bien ya no está presente ahí, sí lo está de forma digital. Desde ahí mira a la calle. Locutores e invitados se sientan frente a un ventanal que es testigo del ir y venir de la gente del barrio, pero también de foráneos. Aquí, la transmisión en vivo es lo más importante. No se edita lo que se hace y es responsabilidad de los que hacen cada programa bajar su audio y subirlo a la página. También es su responsabilidad generar su publicidad y gestionar sus redes sociales. Acceder a un programa lleva tiempo, trabajo y compromiso. Aunque no hay censura, cada quien debe hacerse responsable de su producto. Tampoco se censuran los temas ni el lenguaje. Su objetivo es hacer una radio abierta y con los mínimos recursos. Y como muchas otras radios por internet, sus locutores nunca antes habían hecho radio. Sus temas de interés y profesiones poco tienen que ver con este medio y, al mismo tiempo, tienen todo que ver, pues es la variedad de perspectivas y modos de hacer lo que enriquece estas propuestas que se sitúan lejos de los estándares de publicidad y ventas para mantenerse al aire, de la cultura del “like” y de la necesidad de generar “impactos” para sobrevivir en la industria pues, como dije, aquí la idea es hacer mucho con poco.

Para conocer este proyecto que que está a punto de cumplir su primer año de vida, charlamos con Diego Aguirre, uno de sus fundadores.

 

© Miriam Rosas

¿Cómo, cuándo y con quiénes surgió Radio Nopal?

Surgió en febrero de 2018. Básicamente éramos Luis Silva, que hace la programación de la página; Antonio Salinas que es el que hace la programación del transmisor que hicimos y yo (Diego Aguirre), y un poco nuestra comunidad alrededor. Surgió, en realidad, como resultado de otro proyecto que se llama Mensajito, que lo he estado haciendo con Antonio los últimos dos años y medio, casi tres, que es un transmisor de radio hecho con software y hardware abierto y que el objetivo de esa tecnología es poder hacer radio por internet con los mínimos recursos. Ese proyecto también tiene un servidor el cual es libre de censura, está súper protegido y tiene un plataforma que hace el host de todas las radios que se hacen con esa tecnología. El servidor está escondido en el mercado de La Merced.

¿Y por qué ahí?

Porque es bien difícil llegar al mercado de La Merced y a un punto dentro, es como un laberinto. Y bueno, por un lado son unos amigos míos que tienen centro cultural ahí, por otro lado también geolocaliza el servidor, de alguna manera se hace evidente que es un proyecto mexicano. Nos interesa que la gente sepa que es tecnología que hicimos.

Con todo eso que hemos desarrollado queríamos demostrar que sí se puede hacer una radio que funciona con la tecnología que hicimos. De ahí nace Radio Nopal.

Al mismo tiempo, nace a partir de la necesidad de generar comunidad en la Ciudad de México, a partir de preguntarnos y dialogar de todos los proyectos que están surgiendo alrededor de la ciudad, al menos dentro de nuestra comunidad y expandir nuestra propia comunidad.

Radio Nopal fue como una bacteria que encontró el ambiente perfecto para poder crecer de forma orgánica y hasta cierto punto desmesurada porque como no tiene un planteamiento económico tiene limitantes, pero también características que se pueden expandir más allá de lo que podríamos nosotros pensar. Es decir, no pretendemos tener comerciales, teníamos claro que queríamos estar sin becas ni ningún apoyo económico durante un año. En febrero cumplimos un año, entonces ya estamos empezando a buscar maneras con las cuales solventarla. Queríamos que tuviera un crecimiento natural, así empezó a llegar gente que estaba fuera de nuestro radar.

Actualmente hay treinta programas con pocos recursos y con pocas personas también para ayudar a coordinar. Es así que se formó un espacio donde cada quien se hace responsable de sus cosas, de sus contenidos, de sus redes, de su comunicación

En la comunidad de Radio Nopal hay gente que está interesada en temas políticos, sociales, en el arte, en la música, en la música de la ciudad hecha por mujeres, en el cine, en lo gráfico, en el desarrollo del código detrás de la página, de mejorar la página. No sólo hay gente que hace radio. Radio Nopal se convirtió en un motivo para generar otros muchos proyectos.

¿Les preocupa la censura? Porque mencionaste que el servidor está escondido y me llamó mucho la atención que usaras esa palabra.

Son dos proyectos hermanos. Uno de los proyectos que es Mensajito, que son los transmisores. Sí nos preocupa mucho que haya censura porque hay temas delicados. Es decir, ahora nosotros tenemos la Radio Nopal donde se tratan cosas de manera muy abierta y no tenemos ninguna limitante en cuanto al uso del lenguaje ni en cuanto a temas. Pero, por ejemplo, en ese proyecto de Mensajito, di un taller en Honduras para hacer una radio comunitaria con Jóvenes en Defensa de la Tierra. Esos jóvenes básicamente su vida está en peligro porque están luchando por su territorio contra compañías canadienses, gringas, internacionales que quieren quitar los minerales de sus montañas. Ese tipo de censura es a la que me refiero. No quisiera que en algún momento tuviéramos que callar algo. He trabajado también con gente que está en Michoacán con las autodefensas, con los padres de los 43, quisiéramos hacer un proyecto con la caravana migrante… eso es Mensajito.

Y Radio Nopal usa la tecnología que genera Mensajito para poder transmitir. Hasta ahora cuidamos muchísimo el tema de la censura. Y eso significa cuestionarnos cosas como qué va a pasar cuando alguien diga algo que no nos late. Estamos analizando si es que hay parámetros o no hay parámetros, la censura es total o no. Ese es otro diálogo que debemos tener con más gente y más asesores.

Entiendo que de inicio se formaron con gente que ya conocían y después se fueron agregando más personas para hacer programas, ¿cómo eligen quién sí y quién no puede formar parte?

En un principio era gente que invitábamos directamente y de ahí mucha gente que van invitando esas personas. Luego desarrollamos una metodología para poder escoger esos programas. En lo digo un poco de broma y un poco en serio: cuando hay un proyecto escrito, cuando ya se dieron el tiempo de llenar un formulario que es lo que pedimos, de tener un par de juntas conmigo, de rebotar un par de correos es que casi ya tienes un programa porque es complicado en el sentido de que todos tenemos otros tiempos y hacemos otras cosas, entonces hay que “joder” un poco para poder tener un programa. Si ya llegaste ahí ya hay un compromiso.

 

© Miriam Rosas

 

Básicamente es escribir una propuesta, mandarla al correo de la radio y de ahí empieza un diálogo, tiene que llenar un formulario. Se pide nombre, semblanza, fotografías, propuesta de horarios. Llegamos a algo concreto también en lo creativo y después viene todo un proceso de enseñarles cómo usar la tecnología. Invitarles a no usar computadoras, por ejemplo. Luego inician con su programa, pero también tienen que generar sus flyers, sus textos y hacer sus redes sociales. Cada quien es responsable, pero hay parámetros para los flyers, hay tipografía, formatos, identidad.

También tenemos otro programa interno que me parece importante recalcar. Una vez que formas parte de la radio, también tienes derecho a clases gratuitas. Todos los martes, de 7 a 9, tenemos clases para un grupo cerrado donde enseñamos cuestiones de audio, de locución, de guion, es un grupo de estudio, pero también de compartir conocimiento.

También está la parte educativa de la radio que vamos a empezar el siguiente año (2019) donde vamos a empezar a dar talleres que tienen que ver con tecnología, política, diseño, para poder generar ingresos y seguir sobreviviendo de una manera muy libre.

Se habla mucho, y tú lo mencionaste, de “hacer comunidad”, ¿para ustedes qué significa esto?

Para mí significa generar vínculos creativos. Significa seguir investigaciones, apoyar y ser apoyado, alimentar y pedir que alimenten cosas que estoy haciendo. También entiendo la comunidad como el barrio, y también buscamos eso aunque Radio Nopal no tiene como declaración de principios el salir a “hacer comunidad”, simplemente es. Se deja afectar por el barrio y también afecta al barrio sin forzarlo. Sí nos interesa generar esos vínculos.

Mencionabas que ninguno está formado en la locución, que sus profesiones son otras, sin embargo están interesados en la radio.

Nadie y no tiene un interés propio la Radio de tener locutoras y locutores que se dediquen propiamente a la radio. Sí nos encantaría que alguien viniera e hiciera algo, pero no propiamente por la radio o por la forma, sino por lo que estén pensando.

Yo soy diseñador editorial, lo que estudié se llama diseño integral entonces hago industrial y editorial y vivo de hacer libros y páginas de internet, y trabajo con una comunidad de gente que trabaja con tecnología, de ahí el desarrollo de la tecnología para la radio.

Hay diseñadores, biólogos, músicos, artistas, economistas, filósofos, psicólogos, interesados en temas astrológicos. También estamos haciendo una residencia artística. Hicimos una convocatoria y vino una chica de Monterrey y un chico de Lima. Esto porque entiendo la radio más allá de sonido y locución. La radio para mí es un espacio de investigación y de experimentación no sólo sonora-auditiva, que sí, pero también es un espacio de experimentación económica, por ejemplo, de diseño, de programación, de formas de vinculación. Esta residencia es porque quisiera expandir la idea de la radio por internet. Y lo que quiero hacer también es mejores vínculos con Latinoamérica, Centroamérica, porque siento que es más importante empezar a identificarnos más con el sur que con el norte y lograr que nos escuchen en otros lados.

Esta es una radio por internet, pero ¿qué crees que le ha hecho falta a la radio pública?

Creo que de entrada tiene una estructura muy difícil porque se necesitan unos recursos impresionantes para poder conseguir una señal, tener los permisos, tener todos los aparatos que se necesitan. Se necesita tener un esquema económico muy claro y muy enfocado en los escuchas y en la venta, también. Y bajo las reglas de juego, leyes de comunicación complicadas. El uso del lenguaje, los temas, la poca crítica que hay en la radio pública. En realidad la tienen súper complicada. Por lo tanto, tienen que enfocarse en generar números, y para poder generar una mayor cantidad de escuchas tienen que estar en los temas de actualidad, los que llaman más la atención y todo es muy complicado porque se convierte en un círculo vicioso: la gente consume más cosas que tienen que ver con violencia y es como un refriteo de información. No dudo que se pueda hacer diferente. “Al aire libre” me parece una muy buena propuesta, muy arriesgada, la mejor radio de la ciudad hasta hoy.

También están las radios comunitarias que siguen siendo espacios para cosas muy prácticas como avisar que viene una tormenta, que hay una junta o informar.

 

© Miriam Rosas

 

¿Cómo conviven con las otras radios en internet?

Está NoFM, Puentes, Terminal, que está en el centro de la ciudad, está también AAUURRAA que conocemos. También están otras con las que tenemos vínculo como Lumpen, en Chicago y otras varias con las que empezamos a hacer cosas. Está Radio Tropiezo, también. Queremos sentarnos a dialogar con las otras radios que hay en la ciudad. Todavía no tenemos claro qué, pero por lo menos conocernos.

Háblame del transmisor.

Son aparatitos que puedes comprar en cualquier país. Vale más a o menos dos mil pesos hacer tu propio transmisor, como cien dólares. La base es una raspberry pi*. ¿Conoces la raspberry pi?

-No

Un italiano y un colombiano a principios del 2000 hicieron un lenguaje de programación y un circuito para programarlo  y a partir de eso le puedes poner sensores de temperatura, internet, lo que sea. Y con eso han hecho proyectos increíbles en el mundo como el censo de agua en las plantas. Eso evolucionó y ahora hay otro proyecto que se llama raspberry pi que es básicamente una computadora, le llaman sistemas embebidos, pero es un circuito más grande que una tarjeta de presentación y tiene USB, Ethernet, HDMI, le puedes conectar un teclado, un monitor y con una micro SD puedes tener un disco duro, entonces básicamente tienes una computadora con 45 dólares que cuesta ese aparatito, más el monitor y el teclado, usable, perfecta, que se puede conectar a internet, tiene su propio sistema operativo.

Nosotros le pusimos una pantalla táctil y desarrollamos, después de varias versiones, es un aparatito que básicamente lo que hace es digitalizar el audio que viene de manera análoga y mandarlo a nuestro servidor, comprimirlo y mandarlo. Y luego del servidor la gente se conecta y lo escucha en la radio. Eso en cualquier radio en el mundo. Entonces, si alguien compra ese aparatito, baja el software que hicimos y lo instala, ya tiene su radio por internet gratis.

¿Su software es de uso abierto?

Sí y puede evolucionar también. También hay otra vertiente de gente que está ayudándonos a evolucionar el software.

La invitación es que utilicemos los mínimos recursos. A lo que queremos llegar en algún momento es que no necesites cargar una computadora. Llegas con tu USB, los archivos y desde ahí empiezas a transmitir.

 

© Lorena Tabares Salamanca

 

¿Por qué ese nombre, Radio Nopal?

Me interesa mucho la economía. No soy experto ni nada, pero me interesa el cómo podemos hacer proyectos culturales sin necesariamente venderlos a una marca o estar preocupados por sacar becas. Me parece que si hay un proyecto cultural importante debería haber otros formatos de poder subsistir. Ya no es una sola vía de fondear una cosa. Entonces, originalmente lo que quería era vender cactus para poder sustentar los gastos de operación de la radio. De ahí partió la idea y tiene que ver con identidad, geolocalizarlo, que fuera muy claro que es en la Ciudad de México. El nopal es parte del escudo nacional… además de que es una de las bases alimenticias, la sustancia y a veces no ponemos atención a la sustancia, sólo vemos el águila devorando a la serpiente cuando lo que lo sustenta es el nopal. Hay toda  una línea gráfica que queremos explorar.

*Te permite hacer una compresión del sonido y metadata de cualquier tipo mandando los datos a un servidor de streaming.

Imagen de portada: © Manuel Riestra