Quentin Shih, un extraño en la ciudad

Escenas urbanas surrealistas y un comentario ácido entre Oriente y Occidente, conforman el trabajo del fotógrafo chino Quentin Shih que exhibe en la CDMX; éste es su último fin de semana en galería

 

Ciudad de México (N22/Ana León).- Edward Hopper (Nyack, 1882-Nueva york, 1967) logró captar a precisión el vacío estadounidense, el culto a la forma en la vida contemporánea. Escenas urbanas en interiores y exteriores donde el silencio absorbe todo, porque sí, es la urbe neoyorquina pero una en donde el caos y la música de fondo que son los autos, el ruido visual y los sonidos de la maquinaria del capitalismo se han hecho a un lado para destapar una vida anodina encubierta. El silencio como un atisbo de desorden moral. Este ánimo ha sido una fuerte influencia en el trabajo del fotógrafo chino, Quentin Shih.

¿Cómo mira Oriente a Occidente? Si bien el segundo encapsula, encasilla y etiqueta todo lo que le es ajeno, en su trabajo, centrado en la publicidad y la fotografía de moda –no es un detalle nimio ésta última ya que se sabe que la moda es, también, un comentario político– Shih, al igual que Hopper, logra captar en sus imágenes diseñadas a precisión aquellos gestos que yuxtaponen a ambas culturas. En la retrospectiva que la galería Art Lexing ha montado en el número 136 de la calle Tonalá, en la colonia Roma, que abarca diez años en la carrera del fotógrafo, se muestran cuatro proyectos en los que éste ha vertido una serie de comentarios irónicos, e incluso ácidos, sobre los clichés de ambas culturas.

© Ana León

Algunas imágenes de las series Shanghai Dreamers (2010), Stranger in the Glass Box (2008), Hong Kong Moments (2009), Habana in Waiting (2013), se despliegan en gran formato sobre las paredes. En la primera, Shih, nacido como Xiaofan Shi, opone la estética de la alta costura occidental respecto a los cánones de la estética de la China comunista de los años cincuenta hasta los ochenta, que eliminaba la personalidad bajo el uniforme. La repetición de una cultura mecanizada y técnica replicada en la clonación de un rostro y un mismo atuendo interrumpida por la figura de una modelo que evoca el ánimo colonialista de Occidente vestido con el discurso de una cultura global de élite. Difuminada, al fondo, la urbe. Este proyecto realizado para la casa Dior explora los contrastes antes mencionados.

 Shanghai Dreamers No.2 (detalle) /Ana León

 

En Strangers in the Glass Box, otro proyecto para la casa Dior, Shih abona a la creación de escenas surrealistas de apariencia cotidiana. En espacios urbanos desolados, industrializados, una mujer enfundada en un traje de alta costura permanece dentro una caja de cristal. Inerte, viva y a la vez muerta, es observada por transeúntes vestidos con la estética del comunismo del país oriental en plena revolución cultural.

Stranger in the Glass Box No. 5 / Art Lexing

Es en Habana in Waiting donde Shih cambia de discurso. Instantes, escenas nocturnas de la vida en la isla son casi pintadas a través de la lente del fotógrafo. Aquí es notoria la fuerte influencia del pintor estadounidense en el imaginario de Shih, la paleta de color, el juego entre luces y sombras, el cuidado obsesivo y el ordenamiento espacial de Hopper en sus pinturas es replicado en las escenas creadas por Shih. Está también esa misma soledad de los que habitan el escenario de una utopía negada.

Habana in Waiting No. 1 / Ana León

Éste es el último fin de semana de esta retrospectiva que inició en el marco del último Gallery Weekend. La Pop Up Gallery de Art Lexing (galería con sede en Miami) se puede visitar este viernes y sábado de 11 a 18 horas.  

 

Imagen portada: Stranger in the Glass Box No.20 / Ana León