Los Angeles Master Chorale: “Lágrimas de San Pedro”

En la edición 46 del FIC se presentó esta interpretación de la obra del italiano Orlando Di Lasso a cargo del coro californiano; este sábado el montaje llegará a la Ciudad de México

 

Guanajuato (N22/Huemanzin Rodríguez).- A finales del siglo XVI, durante el arte de la Contrarreforma hubo un tema recurrente en la pintura: las «Lágrimas de San Pedro». Lo mismo al Greco que Velázquez, inspiró a varios artistas este momento del Nuevo Testamento en el que el alumno se arrepiente por negar tres veces a su maestro. Esas lágrimas piadosas también llegaron a la música, entre los compositores italianos destacó la obra de Orlando Di Lasso, integrada por veinte madrigales espirituales en italiano y un motete en latín. La obra fue presentada en el Teatro Juárez de una manera particular ya que la destacada agrupación Los Angeles Master Chorale -once hombre y nueve mujeres- se presentó vestida de gris, descalza, en un escenario ocupado sólo por veinte sillas seriadas de manera perpendicular.

Cerca de noventa minutos sin intermedio crearon una atmósfera gentil, triste e íntima que muy pocas personas no soportaron, pues en estos tiempos de ruidos imparables, los sonidos suaves y el silencio pueden resultar para algunos una confrontación; pese a que Peter Sellars, encargado de la dirección de escena, utilizó elementos emparentados con la coreografía y el teatro contemporáneos.

Sellars creó un movimiento entre la danza y el teatro, y en medio, la pintura. Los cantantes no sólo generaron acciones coreográficas donde hacían movimientos similares pero con variaciones por cada cantante. Esas acciones retomaron símbolos y recrearon cuadros e imágenes que remitieron a pinturas como los escorzos de la Lamentación sobre Cristo muerto, que Andrea Mantegna pintó al final del Quattrocento.

 

 

Los cantantes se abrazaron, se besaron, se acostaron sin usar brazos y se levantaron de la misma manera sin perder matices, ni el tono pues este grupo a capella no perdió la concentración pese a los cantos desafinados y los gritos de los jóvenes que bebían con la estudiantina postrada por instantes, justo en las ventanas de un costado del Teatro Juárez. Dirigidos por Jenny Wang, quien también fue una guía visual de las acciones, se involucró físicamente en el desarrollo de la obra que con un juego de luces reafirmaba efectos: la temperatura fría para la tristeza y el desconsuelo; una luz cálida para la vida y el amor, hasta una luz rojiza para la resignación.

 

 

Los Angeles Master Chorale es una agrupación muy importante en California, que aborda obras antiguas como las Lágrimas de San Pedro, como estrenos de compositores actuales como John Adams, e incluso participaron en la Banda Sonora de la película The last Jedi.

El compositor Orlando Di Lasso (Bélgica, 1532-Múnich, 1594) que lo mismo conoció a Palestrina que a Monteverdi, se estableció en Múnich y escribió en los más diversos géneros y estilos de la época. Varios reyes y los Papas Gregorio XIII y Clemente VII, valoraron su música. Para muchos especialistas Lágrimas de San Pedro es su más importante obra, y es la última que escribió antes de morir a causa de una enfermedad diagnosticada como melancolía hipocondríaca.

En el montaje en el Teatro Juárez, las sillas recordaban los brazos de Cristo como los pensó Bernini en la Plaza de San Pedro, abiertos para dar cobijo, porque entre las discusiones que tuvieron católicos y protestantes sobre si San Pedro confesó sus actos a Jesús, donde coinciden los teólogos es que él ya sabía todo antes de que ocurriera. Ese miedo a la muerte que niega la vida, más allá de la religión, nos lleva hasta la sentencia del filósofo Ludwig Wittgenstein: “Es difícil saber algo y actuar como si no se supiera.” Lágrimas de San Pedro, se presentará en el Palacio de Bellas Artes el sábado 13 de octubre a las 20 horas.

 

 

Todas las imágenes: Bernardo Cid / D.R. ©Festival Internacional Cervantino 2018