“Gráfica del 68”, imágenes de una generación

El MUAC revisita sus acervos para nutrir esta exposición que nos muestra que cincuenta años después seguimos librando las mismas batallas por la libertad

 

Ciudad de México (N22/Redacción).- Revistas cubanas y rusas, y la propia identidad gráfica creada para las Olimpiadas de 1968 por el equipo comandado por Pedro Ramírez Vázquez, fueron el punto de partida e inspiración de la propaganda del Movimiento Estudiantil de 1968. Este cuerpo de imágenes que acompañaron marchas y mítines, que permitió que el ciudadano de a pie se enterara de primera mano de la realidad del movimiento, ya que los medios nacionales estaban polarizados en contra del mismo, y que permitió cohesionar la protesta, es ahora expuesto en el Museo Universitario Arte Contemporáneo bajo el nombre Gráfica del 68.

“La exposición se llama Gráfica del 68. Miradas Rotundas, precisa Sol Henaro, curadora de Acervos Documentales del MUAC. Con ésta “el Museo Universitario Arte Contemporáneo planteó todo un programa expositivo en relación al 50 aniversario del movimiento estudiantil. En esta exposición en particular lo que quisimos hacer Amanda de la Garza y yo fue, por un lado, desplegar la totalidad del acervo que tiene el museo, el Acervo Patrimonial que donó en 2002 Arnulfo Aquino y aprovechar esta coyuntura para poder volver a desplegar en el espacio público, para otras generaciones, el poder de la imagen que perteneció al movimiento estudiantil a través de las miradas gráficas.”

Carteles y pancartas devenidas testimonio visual del movimiento que “fueron concebidas para actuar y ser consumidas en la esfera pública”. Henaro dice que aquí “hay algunas de las gráficas más emblemática del movimiento como el tanque, la paloma, entre otras, pero también hay otras gráficas que quizá han circulado menos y que son muy ricas en sus mensajes, en las consignas que se presentan, en cómo lograron comunicar puntos del pliego petitorio en su momento y cómo lograron los productores visuales del momento hacer un maridaje entre forma y texto.”

Aquí, el diseño volvió a su estado primigenio, funcionó como una herramienta de circulación de información, pero también de crítica y de contrainformación. “Hubieron varias brigadas gráficas como en la Esmeralda, hubo también en el Politécnico y una de las más importantes está en la Escuela Nacional de Artes Plásticas, en la Antigua Academia de San Carlos, que estaba ubicada a dos cuadras de Palacio Nacional. Lo que ellos hicieron fue apropiarse de los talleres. Los profesores, muchos de ellos conocidos,  había sido parte del Taller de Gráfica Popular, esto profesores abrieron los talleres para que se generarán las visualidades que el movimiento empezaba a demandar. Y fue tanta la demanda que en algún momento se acabaron las reservas de papel y tinta que tenía la universidad y empezaron a generar eventos para poder tener más recursos y tener más materiales para seguir produciendo imágenes.”

Contrario a lo que ahora se ve en el diseño, no siempre, no en todo, aquí el crédito autoral no era relevante porque “su objetivo era servir a la movilización social”, además de que el anonimato era una forma de seguridad. Henaro precisa, “es importante decir que todos son originales, pero es solo un fragmento, es una parte de la gráfica que circuló, fue mucho más amplia, pero fue lo que logró sobrevivir a la censura y a la destrucción. Hay que recordar que hacia el 29 de noviembre entró a la Academia de San Carlos un cuerpo de vigilancia a destruir los talleres y a destruir parte de la producción gráfica que ahí estaba.”

Cincuenta años después cuando se ven las mismas estrategias para detonar la violencia en las movilizaciones estudiantiles, la persistencia de la criminalización de la protesta y de los jóvenes, la reducción violenta de la libertad de expresión, es pertinente reflexionar y preguntarnos, cómo es que cincuenta años después nada ha cambiado.

“Es muy fuerte ver como algunos de los mensajes son actuales. Cuando uno ve los carteles que tienen que ver con la libertad a presos políticos o la libertad de prensa, uno piensa en lo que ha estado pasado en este país en los últimos dos sexenios en relación con la  libertad de expresión y a la libertad de prensa. Es muy angustiante, saber cómo el ejercicio de poder sigue presente y nos hace preguntarnos ¿cuál es la respuesta que hay ahora desde los productores visuales, desde el aparato cultural en relación a esos ejercicios de poder?”

 

Con información de Julio López