La cantante pop libanesa, Aziza, en el GIFF

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Como parte de las actividades en torno al país invitado en la edición XXI del festival, la cantante se presentó la noche del miércoles en la Alhóndiga de Granaditas

 

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© Huemanzin Rodríguez

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Guanajuato (N22/Redacción).- En junio de 2014, de manera espontánea, la cantante libanesa Aziza se convirtió en un fenómeno musical en su país de origen. La compañía de medios Savvy se encargó de proyectarla de manera internacional promoviendo su álbum debut homónimo en diferentes sitios web. En aquel entonces calificó como algo triste el hecho de que la juventud árabe prefiriera escuchar música occidental por estar la música árabe, de muchas maneras, por debajo de los estándares. Su propuesta la llevó a ser calificada como “el nuevo rostro de la música pop árabe”.

Siendo Líbano el país invitado en el GIFF 2018, el festival dedicó un día a celebrar a su invitado con la presentación del libro Libaneses en el cine mexicano, la proyección de la cinta El insulto, de Ziad Doueiri y un concierto precisamente de esta intérprete. En entrevista con Huemanzin Rodríguez y a propósito de su visita a México, sobre la mixtura cultural producto de la migración entre ambos países,  comentó: “es emocionante saber que en un país lejano exista una conexión tan profunda entre dos culturas. Y saber que los inmigrantes que llegaron aquí fueron bien recibidos y se involucraron tan profundamente en la cultura mexicana. Siento que la cultura libanesa y mexicana tienen algo en común como los colores, la vida y el amor. Somos gente muy apasionada, los libaneses son apasionados llenos de música, de colores y de amor. Y los siento a ustedes iguales.”

La cantante celebró que pese a la diferencia del idioma pudo conectar con el público y esto lo atribuye a un sentimiento universal como el amor. Su música es una mezcla de la tradición musical de Oriente Medio con arreglos pop. En su concierto, la noche del miércoles en la Alhóndiga de Granaditas, trabajó, en su mayoría, con músicos mexicanos, “sólo el tecladista ha venido conmigo desde Beirut, los dos percusionistas y la mujer en el violín y el bajo son mexicanos. Son impresionantes, entendieron de inmediato mi ritmo. Tuvimos un solo ensayo debido a que el viaje fue largo. Tocaron como músicos árabes reales. Estoy impresionada.”

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