Un crucifijo sumergido en orina y Trump, en Museo de Arte Contemporáneo de Houston

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En Texas, se muestra el trabajo del fotógrafo Andrés Serrano que hace, indirectamente, una potente crítica a las políticas contra las artes de Trump y sus declaraciones a favor de la tortura

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Imagen: Andrés Serrano, Piss Christ (1987);  retrato de Donald Trump, de la serie America (2002-04) / © Casey Fatchett

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Ciudad de México (N22/Redacción).- El trabajo del controvertido fotógrafo estadounidense Andrés Serrano (Nueva York, 1955), llega a salas del Station Museum of Contemporary Art, en Houston, a partir del 3 de junio y hasta el 8 de octubre.

De ascendencia hondureña y afrocubana, Serrano trabaja con la fotografía de manera convencional, sin echar mano de herramientas digitales. Sus capturas se caracterizan por la densidad de los temas y personajes que aparecen en ellas: el Ku Klux Klan, cadáveres y víctimas de quemaduras. Algunas de ellas llegan a ser incómodas por la exhibición de fluidos corporales (sangre, semen, leche materna).

Piss Christ (1987) es uno de sus trabajos más polémicos ya que Serrano sumergió un crucifijo de plástico en su propia orina; cuando fue exhibida, en 1989, en el Museo de Bellas Artes de Virginia, fue denunciada por dos senadores estadounidenses. La imagen vuelve a las salas de un museo como una potente crítica y se une a obras como Black Supper (1990) y la serie Torture (2015), que se mostrarán en un «incendiario» despliegue visual que también incluye un retrato del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, parte de su serie fotográfica America (2002-04).

Las imágenes de Serrano retornan al museo en un momento en que las políticas del mandatario estadounidense arremeten contra la Fundación Nacional para las Artes (National Endowment for the Arts, NEA), ya que el presupuesto presentado por éste para 2018 apunta a la desaparición del financiamiento para el arte. Tanto la NEA como la NEH (National Endowment for the Humanities) han solicitado créditos para terminar sus operaciones: el costo de liquidación asciende a 71 millones de dólares.

La serie Torture (2015), que reunió a 40 voluntarios y fue comisionada por a/political, una organización londinense sin fines de lucro que trabaja con artistas “socio-políticos”. El despliegue de estas las imágenes en el museo de Houston, elabora también un comentario respecto a las declaraciones de Donald Trump, hechas a principios de este año en una entrevista con la ABC News, en las que señaló que “funcionan” las técnicas de interrogatorio utilizadas en el pasado contra el terrorismo y consideradas tortura.  

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