Estados latinoamericanos ratifican su consideración de «colonialista» la actitud de Gran Bretaña

LONDRES, Gran Bretaña, (N22/Reuters).- 

América Latina condenó la amenaza hecha por Gran Bretaña para que se levante la protección diplomática otorgada por la embajada de Ecuador a Julian Assange, fundador de WikiLeaks, pero es poco probable que el daño a la reputación de Londres sea permanente, siendo Brasil el siguiente punto clave en el camino.

La disputa sobre Assange, asilado en la embajada de Ecuador en Londres desde junio, se produce en un mal momento para Gran Bretaña, que mira cada vez más el rápido crecimiento de América Latina para buscar oportunidades comerciales mientras Europa se enfrenta a crisis de deuda.
Gran Bretaña ha proclamado su intención de «tener un pensamiento nuevo acerca de América Latina y de las oportunidades que presenta».
Pero este año, Londres ha sido acusado dos veces de arrogancia colonialista por estados latinoamericanos, los que han recibido un fuerte apoyo de sus aliados en la región.
Argentina condenó el reclamo de Gran Bretaña sobre las islas Falkland -islas Malvinas para los argentinos- y ahora los estados de América Latina se han alineado en respaldo a Ecuador, que acusa de «colonial» a Londres por esperar que Quito «se arrodille» ante el país europeo.
Difícilmente Gran Bretaña podría haber elegido un tema más sensible para desafiar al Estado sudamericano. La práctica de refugiarse en una embajada extranjera es de larga data dentro de la región y la inviolabilidad diplomática es un tabú de grandes proporciones.
«Creo que tanto el tema Falklands/Malvinas como el tema Assange han afectado la imagen de Gran Bretaña en América Latina», opinó Francisco Panizza, jefe de investigación de Asuntos Internacionales en la London School of Economics.
«Es un daño a la reputación, si se quiere, pero por el momento está contenido y no creo que los países de América Latina -excepto en la muy improbable situación que Gran Bretaña invada la embajada ecuatoriana- intenten exacerbar las tensiones», agregó.
Assange se está resistiendo a ser extraditado a Suecia, donde se le requiere para ser interrogado por acusaciones de violación. El ex pirata informático alega que teme que Estocolmo lo envíe a Estados Unidos, que está molesto por la filtración de documentos militares y diplomáticos de Washington.
Pero Gran Bretaña afirma que está legalmente obligada a extraditar a Assange. La semana pasada amenazó con levantar la protección diplomática a la embajada de Ecuador para arrestarlo.
Hubo indignación en Quito y a Assange se le otorgó el asilo.
Ataque contra Estados Unidos
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, ha pintado la confrontación de su pequeño país contra Gran Bretaña como un encuentro entre David y Goliat. El domingo, los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) respaldaron el derecho de Ecuador de brindarle asilo a Assange.
Pero aunque algunos estados latinoamericanos pudieran sumarse a las acusaciones que hace Quito sobre el colonialismo de Gran Bretaña -en particular los líderes de izquierda Hugo Chávez, de Venezuela, y el presidente de Bolivia, Evo Morales-, otros en la región tienen una mirada más matizada.
Para algunos fue la amenaza de Gran Bretaña de ingresar a la embajada ecuatoriana lo objetable, y nada más. Para otros, tomar parte en un espectáculo de solidaridad latinoamericana podría ser más importante que las dudas sobre el comportamiento de Gran Bretaña.
«Hay veces en las que hay que apoyar a los vecinos, aun si uno quizás tiene algunas dudas sobre el tema, sabiendo que la próxima vez ellos lo apoyarán a uno», dijo Victor Bulmer-Thomas, del centro de estudios de asuntos internacionales Chatham House, en Londres.
«Hasta ahora, no hay nada aquí en el caso Assange que haya hecho algún daño grave a la posición de Gran Bretaña en la región. Nadie va a cancelar contratos petroleros o algo más sólo por esto», agregó.
Parte de la ira podría ser alimentada por el deseo de pinchar en el ojo a Estados Unidos. Muchos estados de América Latina consideran a su vecino del norte como autoritario y explotador.
Assange acusa a Washington de hacer una «caza de brujas» luego de la publicación que hizo WikiLeaks de sensibles cables diplomáticos estadounidenses. El teme que lo vuelvan a extraditar a Estados Unidos si Gran Bretaña lo envía a Suecia.
Por su parte, Washington asegura que no tiene interés en el tema.
«Esa es la agenda que se manifiesta a medias (…), es un poco para molestar a Estados Unidos, sin duda», opinó James Dunkerley, especialista en política de América Latina en Queen Mary, en la Universidad de Londres.
Brasil
Los ministros de Relaciones Exteriores de todo el continente americano tienen previsto reunirse en un encuentro de la Organización de Estados Americanos (OEA) el viernes en Washington para tratar el impasse por Assange.
Brasil, el peso pesado de la región, será clave para ver si hay una escalada en el conflicto. Hasta ahora, todo indica que el país prefiere que la disputa se disipe lo antes posible.
«Vamos a permanecer quietos en esto», dijo un funcionario de alto rango del Gobierno brasileño que habló con Reuters bajo condición de anonimato.
Brasil sólo elevaría la tensión diplomática si Gran Bretaña irrumpe dentro de la embajada de Ecuador, agregó.
«Nuestro interés en el tema de la soberanía es obvio», manifestó el funcionario y destacó el hecho de que la embajada brasileña en la capital de Bolivia, La Paz, le ha dado refugio a un político de la oposición boliviana desde junio.
Brasil, una potencia global emergente que será anfitriona de la Copa Mundial de Fútbol 2014 y de los Juegos Olímpicos del 2016, está presionando para convertirse en miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas -medida que apoya Gran Bretaña- y que tiene prósperos lazos de comercio con Occidente.
«Los brasileños son los participantes más importantes de la región en este minuto y quieren que esto se disipe», dijo Dunkerley.
«Van a organizar la Copa Mundial, los Juegos Olímpicos, su jefa de Estado se reunió recientemente con los británicos, las relaciones en general son buenas. ¿Por qué complicar más la vida?», añadió.
Imagen: http://bit.ly/RDDSdi
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