Música de gaitas y sonoridades celtas se escucharán en el Lunario en concierto único en su tipo

  • La
    Banda de Gaitas del Batallón de San Patricio y OGHAM ENSAMBLE, se
    presentarán este jueves 16, a las 21 horas, en el Lunario del Auditorio
    Nacional

 Por Alizbeth Mercado

Ciudad de México, México, 15/08/12, (N22).-  En el siglo XVI, durante muchas batallas en Escocia, existió un sonido fuerte que no podía ser apagado por los disparos de los combatientes. Este sonido anunciaba el enfrentamiento y uniformaba el andar de los batallones integrados por hombres que vestían una especie de falda (kilt).
Me refiero al sonido de la gaita, instrumento que a través de los años cambio su carácter bélico para ser parte del goce musical.
Esta transición, fue entendida por La Banda de Gaitas del Batallón de San Patricio,  única de su género en México.
Se formó en 1997 con motivo de la celebración número 150 de la Batalla de Churubusco, donde soldados irlandeses se unieron a tropas mexicanas en contra de la intervención estadounidense.

“¿Qué es esa especie de bolsa?”,  pregunté a Rafael Gutiérrez integrante de la banda de gaitas. Él, enfundado en un uniforme escocés, me contesta:

“Este instrumento, es una Sporra, es una bolsa para guardar alimentos, pólvora, cuando andaban de guerra, pero hoy guardo el celular, llaves… Es de cuero de piel de animal, algunas tienen un tejón…”
Con esta pregunta comenzó una charla entre la Agencia N22, Rafael Gutiérrez, Ernesto Góngora y Nabani Aguilar, integrantes de la banda de gaitas y OGHAM ENSAMBLE, a propósito de su presentación este jueves 16 en el Lunario del Auditorio Nacional.
Alizbeth Mercado (AM): ¿Cuándo nacen ambos proyectos?
Rafael Gutiérrez (RG): La banda de gaitas nace hace 15 años con motivos de150 aniversario de la Guerra de intervención americana, cuando un batallón de soldados irlandeses  que venía con los estadounidenses, desertó y se unió a los mexicanos. La banda es la única, creemos importante conservar ese nexo y ese enlace; se hermanaron las culturas.
AM: ¿Son descendientes directos de los integrantes del Batallón?
RG: No, no se sabe bien, pero quedan muy pocos, se sabe de algunos descendientes, pero nosotros lo hacemos por afición y el gusto de tocar la música. Algunos crecimos en ambiente con música escocesa, crecí en Estados Unidos, otros tienen familiares… en mi caso no, me casé con una persona irlandesa.
Ernesto Góngora (EG): En mi caso, es una historia de un pirata que llegó a Campeche, no conservó relación pero es por el gusto.
Nabani Aguilar (NA): Yo apenas entré al mundo celta, hace año y medio.
AM: ¿Han estudiado en Irlanda o con profesores de esa región?
RG: Sí, hemos recibido preparación por músicos especializados, irlandeses, escoceses, españoles, el mundo celta es mezcla de muchas culturas pero convergen en muchos puntos… El eje es el norte de España, las Islas Británicas y, en México, está Pachuca.

EG: Para OGHAM fuimos a Bretaña, a un festival intercéltico y después a Escocia a aprender, lo más curioso es que se aprende en los bares, no con el maestro especialista, ese contacto directo con la gente y músicos reales en forma cotidiana es una manera muy grande de aprendizaje. Esta música se pasa entre culturas, ¿quién se iba a imaginar que unos mexicanos irían a aprender?

AM: ¿Qué opinaron los músicos del bar?
EG: Estaban muy impresionados.
RG: Siempre causa sorpresa, es como encontrar un mariachi en Francia, además es impresionante que unos jóvenes lo hagan tan bien y se sumergen en este mundo de la música celta, la música de gaitas es un idioma propio y se identifica con la música celta.
Viene de los regimientos escoceses, el origen es muy militar, por eso es usamos uniformes y armas, pero eso está cambiando y se toca música alejada del ámbito (bélico). Conservamos las marchas pero estamos redescubriendo un cúmulo de música celta, por eso esta fusión.
AM: Hablando de tradiciones, hace poco fue una celebración celta, el Lughnasadh, ¿coincide con la presentación?
NA: El día no pero sí, el evento no se hizo por ese día pero se aprovechó la fecha.
EG: No es que seamos paganos, pero es una forma de darle luz a esa fecha y qué mejor que presentarse en el Lunario.
AM: ¿Por qué su afición a  la cultura celta?
RG: Siempre me lo he preguntado, en mi caso no soy músico profesional, tengo más actividades. Pero en mi familia la música siempre ha sido importante y decidí estudiar en Escocia, ir con las grandes figuras y, bueno, eso sucede con las generaciones posteriores, con los jóvenes que tienen mayor talento musical, los hemos mandado y hemos traído instructores  a México.

NA: Ernesto me invitó a integrarme al grupo y eso me empapó de la cultura celta,  mi comienzo fue OGHAM.

EG: Yo llegué a través de ver películas, por interés a la historia celta, no encuentro un objeto que me tenga ahí,  pero me encanta. Hace diez años no había ese impacto (con la música de gaitas), me costó trabajo encontrar gente, fue coincidencia encontrar a la banda de gaitas, empecé desde cero, tenía 14 años cuando empecé, fue un gusto nato.
AM: Me contaba sobre los estudiantes a Escocia ¿tiene convenio con alguna institución?
RG: Sí, está con el National Pipe Center, la banda tiene un programa de becas, desarrollamos una competencia anual y el mejor gaitero se va. Además de estudiar van a empaparse del ambiente, de esa  cultura específica.
EG: El ámbito donde se desarrollan es especial, el tema es como el futbol. La gente planea esa celebración es como un deporte. La cuestión de la música celta y otros géneros, es que tiene un idioma particular; la salsa, el jazz y sus vertientes, la clásica, de orquesta, tiene su idioma; entonces no se agarra la partitura y  se comienza a tocar. Esa música se compuso en un contexto social, no es nada más una cosa de partitura, de ahí la importancia de sumergirse a la cultura para empaparse de eso.
AM: ¿En qué otros  lugares se han presentado?
RG: Estuvimos en Campeche, y es la primera vez que tocamos en concierto conjunto. Tocamos en Francia con Los Chieftains, una leyenda, yo vi la película Barry Lyndon de  Stanley Kubrick los que tocan son ellos, nunca me imaginé tocar con ellos en un escenario… fue algo que me llenó mucho, yo los admiraba mucho y no imaginé tocar con ellos, el ensamble más grande.
AM: ¿Cómo lo recibe el público?
RG: Pues es algo nuevo, esperamos recepciones de diferentes tipos y a juzgar como nos recibe la gente queda satisfecha y emocionada, siempre piden más. Esta música fue creada para impresionar, cuando uno ve a las gaitas marchando siente algo, no pueden quedarse indiferentes y era para entrar a la batalla, los soldados se inspiraban con las marchas, y obviamente el que está enfrente es una forma de guerra, es psicológica, ve venir a las “mujeres del infierno” como les llamaban los alemanes.
La gente sentirá eso en este concierto y enriquecido con OGHAM, va a ser la primera vez de algo así en México.
AM: ¿Ustedes componen o sólo interpretan?
EG: Algunas (piezas) sí, pero la mayor parte son arreglos, esa música se basa en temas básicos de una duración no más de 40 segundos, pero el interés es ¿qué hacemos con él?, como se le ajusta una armonía.
NA: Nuestra aptitud como OGHAM es la interpretación, cómo vistes a la melodía, a esa cosa que suena qué le vas a poner. Cómo la adornas, eso caracteriza a OGHAM.
AM: ¿Han hecho arreglos que salgan de la música celta?
NA: OGHAM sí, es música celta y escandinava, de culturas lejanas a México pero es el interés que tenemos, buscamos establecer relaciones entre ambas culturas. Y la parte mexicana ahí está, nosotros no lo notamos pero quien lo escuche seguro lo notará.
EG: Por ejemplo, el folclor de Nabani  está en la música huasteca, quizá no hacemos la conjunción consciente, pero si él tiene arraigado seguramente se manifiesta en la forma de tocar. Hemos visto que la gente asocia nuestra manera de tocar con algo diferente.
RG: La interpretación que le damos es lo que la gente nota, el mexicano es un ente muy musical, muy saleroso, como que le mete cierta pimienta, entonces eso hace que la música se avive.
AM: ¿Qué piezas han hecho?
RG: “Cielito lindo”, “Jarabe tapatío”, tenemos dos sets mexicanos pero es sorpresa.
AM: ¿Es difícil adaptarse a los temas, al vestuario?
RG: La gaita es un instrumento muy demandante en cuanto a su estudio, es frustrante para los que empiezan, con la gaita pasan muchos meses para tener destreza y años para maestría. Este instrumento tiene muchas aristas, debes hacer y pensar en muchas cosas a la vez, debes soplar para tener aire en la bolsa, con una presión especifica, son cuatro instrumentos diferentes en la gaita, es necesario tener oído para afinar;  son habilidades que se desarrollan poco a poco.
EG: El vestuario siempre es un hombre con falda, la cultura machista discrimina esto, pero hay que portarla con orgullo.
AM: ¿Qué esperan con la presentación?
NA: Abrir el camino de lo celta en México.
EG: Y con la propuesta enriquecedora de los grupos, mezclar la trayectoria de ambas, para elevar el nivel de nuestra propuesta.
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